El misterio de la conversión

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    El misterio de la conversión

    CONVERSION. Transformación o cambio de una cosa en otra distinta o Transformación de alguien o de algo en cierta cosa que antes no era.



    Uno de los misterios mas grandes de la historia es que en un periodo relativamente breve, los gentiles que habitaban la geografía de la actual Europa se rindieran al Mesías de Israel y abandonaran sus ídolos y sus dioses formando lo que la historia ha dado en llamar: la cristiandad. .

    Nada podía hacer pensar que un poderoso y orgulloso Imperio y hasta aquellos que fueron sus enemigos enconados como los celtas y los escitas, se convirtieran masivamente a una fe nacida en una región marginal y hasta pobre del mundo de entonces. Y una parte importante de la explicación de este insondable misterio que cambio radicalmente la historia de la humanidad consiste en reconocer que los "gentiles" que abrieron su corazón al Mesías de Israel no eran gentiles, sino israelitas, o "hijos de Israel", aunque parecían (y parezcan) gentiles y a si mismos se vieran como tales.

    Dice el Diccionario de la Real Academia que convertir es "hacer que alguien o algo se trasforme en algo distinto de lo que era". Este significado amplio bien se puede aplicar al más específico sentido religioso.

    Esto es lo que procuraremos brevemente demostrar: que por lo menos en su inmensa mayoría los "cristianos" de todas las denominaciones y de todas las épocas llevan y llevaron en sus genes la semilla física de Abraham y son descendientes de las diez tribus norteñas llevadas al destierro por el emperador asirio Sargon II en el 722 A.C.. Y es que el Mesías de Israel, naturalmente, se preocupa en primer lugar por los israelitas, especialmente por los israelitas perdidos entre las naciones.

    Moisés llevo al exilio y a la libertad a las tribus de Israel, si bien lo siguieron también eventualmente una "grande multitud de toda clase de gentes" (Exodo 12:38).

    Del mismo modo, la Palabra del Mesías de Israel fue enviada en primer lugar a los "hijos de Israel" la descendencia perdida y "zarandeada" ente las naciones de las tribus norteñas llevadas al cautiverio y el exilio por el emperador asirio Sargon II, y luego esparcida entre las naciones, y fue casi como de paso, aunque como un corolario muy importante y previsto en el plan general de redención de la humanidad del Eterno, que su Palabra fue tambien luz a las naciones (Isaías 49:6) entre las cuales esta descendencia estuvo y está mezclada,. esto es: todas las naciones de la tierra.

    El misterio entonces de porqué los "gentiles" se convirtieron al Mesías de Israel esta en Mateo 15:24:

    "El respondiendo, dijo:

    No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel"

    Esta declaración tan rotunda e hiriente en el contexto en que fue pronunciada es la piedra angular para entender la "evangelización" que vino después. Esta estuvo dirigida a un colectivo muy especial: la "casa de Israel", que es precisamente una parte de la nación de Israel separada en dos reinos en el año 930 A.C., luego de la muerte de Salomón, que conformo el Reino del Norte o de "Israel" con capital en Samaria, separándose asi del Reino del Sur o de "Juda con capital en Jerusalem".

    Y esta parte "norteña" de la nación original de Israel había sido esparcida – "zarandeada" (Amos 9:9, Oseas 7:8) - entre las naciones y no estaba en torno del Mesías en los días de su ministerio terrenal.

    Por eso esa drástica afirmación a sus discípulos ante el clamor de misericordia de la mujer siro-fenicia: que lo seguía: se trataba de enfatizar la urgencia de alcanzar primeramente al Israel disperso y no a los gentiles representados en ese momento por esa mujer que rogaba su misericordia.

    Luego levantaría al apóstol Pablo para alcanzar a los gentiles y a los reyes y también a los "hijos de Israel" (Hechos 9:15). Pero ahora importaba enfatizar que la operación de búsqueda y rescate de los "hijos de Israel" dispersos entre las naciones era prioritaria sobre todo. Y esta prioridad fue confirmado en las instrucciones que nuestro Señor dio a sus discípulos registradas en Mateo 10:5:

    " A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo:

    Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis"

    Es decir, el evangelio no fue a los gentiles primariamente – solo el apóstol Pablo fue enviado a los gentiles, no los doce apóstoles del Cordero que hicieron una obra portentosa - no registrada en el NT por voluntad de Dios/Elohim- entre los "hijos de Israel" de la dispersión - sino que fue a un colectivo especial y preciso que en los días del ministerio del Señor en la tierra habitaban preferentemente los territorios de Escitia y Celtia – y bolsones del Imperio Romano - a donde se dirigieron prestos a transmitir el mensaje del advenimiento del Mesías de Israel muchos de "los doce" inmediatamente después de que fueron perseguidos y empujados desde Jerusalem al cumplimiento urgente de la misión diseñada por el Mesías.

    Esta fue la dirección principal de la misión: el occidente, pero otros irían hacia el oriente en búsqueda de los "israelitas" mezclados en Persia, India, Afganistán, y aun China. Y otros hacia el África.

    Y en Hechos 10:36 de nuevo se confirma quienes son los destinatarios principales del mensaje de los apóstoles:

    "Dios envió mensaje a los hijos de Israel,

    anunciando el evangelio de la paz por medio

    de Jesucristo; éste es Señor de todos".

    De modo que la primera cosa que tenemos que aprender de la sorprendente conversión de los "gentiles" al Mesías de Israel es que estos eran en gran parte (y son), en realidad, los "hijos de Israel" (del Reino de Israel norteño) esparcidos entre las naciones ignorantes de su pasado. A estos se refiere la expresión: "plenitud de los gentiles" (Romanos 11) que es un termino técnico para referiste a este colectivo en misterio como lo explica el Rabino, Moshe Yoseph Koninchowsky ("Your Arms To Israel"):

    "Podemos mirar a Moisés, el autor de Génesis, para explicarnos un poco mas lo que, de hecho, significa "la plenitud de los gentiles¨. Sabemos, por lo que dice en Romanos 11:25-26 que TODO ISRAEL (EFRAIN Y JUDA) SERA EVENTUALMENTE SALVO CUANDO "LLEGUE LA PLENITUD DE LOS GENTILES." En Génesis 48:19c, el patriarca Israel (Jacob) colocó su mano derecha cruzada sobre la cabeza de su nieto Efraim y profetizó diciendo: "y su semilla se convertirá en melo hagoyim" o la plenitud de los gentiles. ¿Lo ha captado usted? ¡Esta semilla o esperma de Efraim / Israel, un día se convertirá en "la plenitud de los gentiles" o una "multitud de gentiles." Si permitimos que las Escrituras interpreten las Escrituras, podremos entender las enseñanzas del Rav Shaúl! ¡El nos enseñó que cuando "la plenitud de los gentiles" o todos los descendientes físicos de Efraim / Israel, los gentiles de los últimos tiempos, sean salvos, entonces todo Israel estará bien y perfectamente a salvo!

    Y también nos explica el rabino, Moshe Yoseph Koninchowsky porqué el termino "Israel" tiene una connotación muy precisa en gran parte de la profecía que lo circunscribe a los descendientes de Efraín y Manases, la tribu líder y la mas numerosa de las diez tribus norteñas que dieron la mayor cantidad de "gentiles" de ascendencia hebrea. Así, refiriéndose a la adopción de Efraín y Manases como hijos (siendo nietos) por Jacob/Israel dice:

    "El adopta a estos dos hijos de manera que José, su hijo más querido, pueda recibir una doble porción de bendición a través de ambos hijos (Génesis 48: 22). En Génesis 48:16 él llama a estos dos nietos "Israel", puesto que él no sólo los adopta sino que declara proféticamente que la promesa física de multiplicidad global vendría a través de ellos. Luego de declarar dejen que mi nombre sea invocado sobre ellos, significando que ellos son los hijos de Israel, él ora que ellos lleguen a ser una multitud. El Término Hebreo usado aquí para multitud puede leerse como: "una abundante multitud de peces". Es interesante recordar que no fue sino nuestro Mesías Yahshúa quien declaró que El nos haría pescadores de hombres. ¿Podrían muchos de los hombres a quien El se refería ser la "abundante multitud" de Efraim y Manases?

    De modo que cuando nuestro Señor llamó y separó a sus disculpas para hacerlos "pescadores de hombres" ya tenia en mente, no a Judá ni a los gentiles, sino a la "casa de Israel" - también llamada "Efraín" por ser esta su tribu líder y por ser Efraín el "primogénito" (Jeremías 31:9) designado de Jacob en lugar del impetuoso Rubén. Sin la "casa de Israel" - o un remanente salvo de ella – nunca podría llegar a ser levantado el Reino prometido por los profetas a TODO ISRAEL.

    La cristiandad esta compuesta entonces de "efrainitas" que desconocen su ascendencia hebraica precisamente porque uno de los castigos mas duros impuestos por YaHVéH al pueblo rebelde y apostata del "Reino de Israel" norteño fue que se olvidaran de "sus fiestas sus lunas nuevas y sus días de reposo, y todas sus festividades" (Oseas 2:11), es decir de toda su conciencia nacional codificada en estas celebraciones solemnes, y adoptaran en cambio las "fiestas" de las naciones.

    Lo que debe esperar la cristiandad de hoy no es la revelación de un mayor respeto y amor por el pueblo judío que en su enorme mayoría no solo ya lo tiene, sino que es el único apoyo que hoy posee el Estado de Israel para sostener su agónica situación en medio de enemigos juramentados. Especialmente por parte del pueblo cristiano norteamericano.

    Este respeto hacia el judío y lo judío ya no es un misterio ni un objetivo a alcanzar entre los cristianos.

    Aun la Iglesia Católica produce en estos días numerosos gestos de amistad al pueblo judío que dejan atrás, muy atrás, antiguos prejuicios que parecían profundamente enraizados e irrenunciables. En este sentido no necesitamos seguir rascando heridas que ya no existen.

    Lo que la cristiandad va a recibir en estos días es la revelación del cielo de su descendencia israelita, de sus raíces físicas hebraicas, y eso va a ser tan sorprendente para ella que conmoverá hasta las entrañas a "las iglesias de Jesucristo", clausurando su ciclo histórico – o su lugar en el plan del Eterno - por el dolor convulsivo de la separación en ellas de la cizaña y el trigo. Esta será la purificación prometida en donde "cada uno" dentro de ellas recibirá de acuerdo a su testimonio, como afirma el mensaje del Señor a las siete iglesias. Esto se hará en medio de persecución.

    Entonces el trigo - el "remanente de Jacob" - volverá a la tierra bíblica de Israel para habitar de nuevo una geografía gloriosamente restaurada de sus heridas milenarias, hermosa como lo prometieron los profetas, bendita hasta lo inimaginable y corazón de un bendito mundo nuevo. Esto se llama en la profecía la restauración del tabernáculo caído de David. Y la cizaña ira al fuego eterno.

    "Convertirse significa cambiar de vida, tomar un rumbo diferente del que se venía siguiendo, como hicieron los ninivitas ante la predicación de Jonás", afirma Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP, en Lo Inédito sobre los Evangelios. Recordemos. Dios había decretado la destrucción de Nínive -"ciudad entregada a los vicios y con conceptos religiosos desviados" - y mandó a Jonás a profetizar, lo que hizo de mala gana, y hasta con gusto del cumplimiento de los castigos anunciados, pues los ninivitas eran enemigos de los judíos.



    Entretanto, "el rey y el pueblo se tomaron en serio su palabra, ‘creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor' (Jon 3, 5). ¿Por qué actuaron así? Porque el Señor les enseñó sus caminos y los instruyó en sus sendas". Los ninivitas, pues, se convirtieron.

    "Convertirse significa salir de una situación materialista, naturalista y humana, para adoptar una actitud angélica, sobrenatural y divina; olvidar los problemas banales para ponerse en una nueva perspectiva, no más la del tiempo, sino la de la eternidad, es decir, la del Reino de Dios", puntualiza Mons. Clá.


    Es decir, lo humano es el pecado, que tiende al materialismo y al naturalismo, o sea, al olvido de Dios y al olvido del recurso a Dios para enfrentar los problemas de nuestra vida. Puede ser un ateísmo profeso, explícito, o mucho más comúnmente el ‘ateísmo práctico' que practican en demasía los cristianos. Lo contrario de esto es la actitud de los ángeles que están en el cielo, siempre en presencia de Dios y adorando a Dios, algunos actuando poderosamente aquí en la Tierra o rigiendo el Cosmos, pero siempre con el pensamiento y el corazón vuelto hacia el Creador, viviendo de su gracia y de sus dones. Es a asumir esa posición de espíritu a la que el autor llama conversión.

  2. #2
    ForoParalelo: Miembro Avatar de Laderik
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