Las mascotas de Alejandra (historia de vampiros)

En esta ocasión traemos una historia de terror de sabor gótico. Una muchacha tiene dos murciélagos como mascotas. La muerte para ella no es más que el comienzo de una nueva vida... como vampiresa. En resumen, es una historia gótica muy típica, pero no deja de ser un buen argumento para vídeos de terror.

La lobreguez nocturna se cernía inexorablemente y allí estaba Alejandra en su habitación, sumida en la oscuridad. Acompañada de sus entrañables mascotas: Zofar y Progio, dos encantadores murciélagos tan lúgubres como su dueña.

De repente sintieron que la muerte rondaba a su ama. Así que decidieron, —sin consultárselo—, hacerle un regalo magistral. No querían perderla porque ella los cuidaba y les daba amor.

Mientras ella dormía, Zofar y Progio revolotearon en su sombrío dormitorio y con la mayor sutileza clavaron sus pequeños y afilados colmillos en el esbelto cuello de su adorada Alejandra. Su vitalidad menguaba mientras con tiernos y compasivos ojitos, los pequeños murciélagos observaban como se le iba el alma.

Pasaron algunas horas y a pesar de eso en ningún momento se despegaron del cuerpo inerte; diminutos cristales nacían en los lagrimales de Zofar y Progio. Seguían albergando la esperanza de que su buena dueña se alzara en una nueva vida con el mismo cuerpo. Por lo que, estaban cabizbajos y melancólicos.

—Hemos hecho algo terrible —dijo Progio.

De repente alzaron sus cabecitas y se llenaron de gran éxtasis. ¡Alejandra respiraba! Poco a poco abrió los ojos hasta que la luz arrebolada que emitían sus otrora ojos marrones iluminó su alcoba gótica, refulgían con extrema potencia.

Al encontrarse su mirada con la de ellos esbozó una sonrisa aviesa. Zofar fue a posarse en su hombre izquierdo y Progio en el derecho. Con una voz demoníaca y espeluznante declaró:

—Ya no me llamen ama, de ahora en adelante ustedes son mis hermanos —En consecuencia los murciélagos chillaban de alegría.

—Ahora mis hermanitos vamos a saciarnos con los fluidos bermejos, embriaguémonos hasta que el alba empiece a acariciar el cielo, quiero que disfrutemos y nos engolosinemos hasta que el bermellón se nos salga por las narices y chisporroteen nuestros oídos —Flanqueada por Zofar y Progio, salieron del cuarto en busca de sangre fresca.

La autora de la historia es Alejandra Sanders. Aquí te dejo su blog: CUENTOS DE TERROR Y PROFECIAS

Entro, veo que es el post de un youtuber de mierda y me voy.