Un vasco sin cojones siempre es bien visto. Yo hablo de vascos, a secas, con cojones. De los que no se callan cuando alguien suelta una subnormalada sobre lo mala que es la izquierda abertzale (que, realmente, es una mierda) y lo pobrecitos que eran los guardias civiles enviados al norte. Ahí es cuando se ve si los vascos son bien vistos o no, que tenemos anécdotas para dar y regalar, y no nos callamos.
Vamos, un vasco vestido a cuadros y vaqueros tirándose eructos y diciendo 'ahí va la hostia, Patxi', invitando en todos los bares, es bien visto. Un vasco que te suelta lo que piensa, no. Comprobado, personalmente.
Caemos mal en el País Vasco y vamos a caer bien en España, anda que...
Lo de los vascos subnormales es el cuento que os cuentan desde 'Ocho apellidos vascos'.