Poleco de Polenia
—No sea usted tan español, Don Miguel.
—¡Y eso más, mentecato! ¡Pues sí, soy español. Español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español sobre todo y ante todo, y el españolismo es mi religión, y el cielo en que quiero creer es una España celestial y eterna, y mi Dios, un Dios español, el de Nuestro Señor don Quijote, un Dios que piensa en español y en español dijo: «¡Sea la luz!», y su verbo fue verbo español.
Lo has pillado al revés troncoEl mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
El se siente español hasta la médula, de ahí su orgasmo al ver la opción de "Español de España" cuando preguntaba si se podía poner el videojuego en castellano, le alegró el día.