30 días sin tocar el agua caliente, ese es el reto. Ducharse con el grifo en lo más frío sea cual sea la temperatura de fuera.
He leído por el foro que no soy el único que prefiere agua helada para la ducha diaria y se me ha ocurrido abrir plataforma para compartir experiencias y retar a los foreros a
a intentarlo (bajo su responsabilidad).
Lo primero las advertencias: La gente que tiene como costumbre usar agua helada es bastante inmune tanto a los resfriados como a cualquier tipo de shock que pueda producir el contacto con agua a esa temperatura. Es habitual que un novato se resfrie en los primeros días pero no hay que sufrir por eso ya que seguramente será el último resfriado que tengáis en vuestra vida. También avisar que si no estás acostumbrado puede que se te corte la respiración o tengas algún espasmo. Esto es algo totalmente psicológico fácil de evitar mentalizándose bien. No se recomienda el envalentonamiento; si váis a echaros agua fría no montéis el drama de gritos y músculos apretados primero porque no sirve de nada y segundo porque podéis haceros daños. Manteneos en control de vosotros mismos, relajados y confiados. Es importante ir con cuidado con la cabeza puesto que es una zona sensible. No os enjuaguéis de una vez porque puede produciros dolor de cabeza. Hacedlo en dos o tres tandas y nada os ocurrirá. Secaos bien, sobre todo el cabello. Y ni se os ocurra salir con el pelo mojado a la calle después de una ducha fría.
Las bondades:
-Favorece la circulación: Esto produce muchos efectos secundarios positivos de todo tipo.
-Cabelllo más sano: El agua a temperatura naturar evita el exceso de grasa en el cuero cabelludo favoreciendo así la oxigenación y la fortaleza del mismo. Tanto el pelo seco como el pelo graso se estabilizan y su ciclo natural se estabiliza. Evita la caída, la seborrea, la caspa y devuelve el brillo.
-Piel más sana. Ocurre lo mismo que con el cabello; el agua caliente reseca o engrasa la piel y al dejar de exponerla a ese suplicio se equilibra con todo lo que eso conlleva (tersura, color, granos, olores, etc...)
-Favorece la circulación y disminución de las grasas corporales. Hay grasa corporal que se mantiene en su sitio durante años volvíéndose grumosa y flácida. El agua fría favorece su recambio dando al cuerpo más turgencia y redondez a la larga.
-El ánimo: Suena a magufada pero está comprobado que exponerse al agua helada fuerza a los organos a acelerarse produciendo un bienestar general. La ducha fría produce una relajación muscular y una alegría inmediata que dura para el resto del día.
- La factura: No es un efecto físico pero se nota muchísimo también.
Y bueno, os animo a probarlo si estáis en condiciones de salud óptimas y bajo vuestra propia responsabilidad. Si ya tenéis está costumbre integrada compartid experiencias y motivos que os llevaron a ello. Si lo practicáis u os planteáis hacerlo pedid número.