los paraísos son relativos. La isla tropical llena de negritas solícitas es el paraíso para el turista sexual, pero el infierno para la negrita que quiere escapar de allí. En las relaciones, los papeles a veces se trastocan en una translocación en la que el explorador que se acercó a un paraíso acaba degradado al estado del infierno como pago posterior. Semejante evento acontece a los muy borrachos de vida tales que intentan sofocar el miedo al envejecimiento y la muerte con el placer mundano. Pero como la virtud tampoco compensa, hay que ser tan loco como te pida el cuerpo. Currar es currar, aunque lo hagas en una isla tropical...

el verdadero triunfador es el worldwide que pisa escenarios muy diversos en un making off que también es trabajo y no vacación. Pero que resulta placentero porque el trabajo coincide con algún arte reconocido de cuya realización goza la persona. No existe por desgracia un worldwide placentero ciento por ciento. Pues tal estado se corresponde con un singlepointwide. Así que eros y tanatos son parte de los navegadores en el lifetime existencial.