¿Al igual que hay poles no debería haber un nombre para el último mensaje de un hilo?

Si te propones hacer una pole, sabes que si la ejecutas correctamente será una pole. En cambio, si te propones realizar una "final pole", nunca sabes del cierto que va a ser una "final pole" debido a que no controlas las acciones de las demás. Ahora bien, se podria intentar que de alguna manera, buscando un mecanismo de rechazo forístico, o sea un factor tambien externo a la "final pole", garantizar que una vez una persona publique la "final pole", nadie más publique en el hilo.

En todo caso, lo que propones es bastante conflictivo... Mas que nada porque si una persona hace una pole, y seguidamente otra persona una "final pole", quizas el miedo al rechazo implicaría un cierre del hilo injustificado a nivel racional. Entonces, tu propuesta es correcta pero como siempre, hay que pensar en las consequencias que tiene la implementación de una nueva metodologia foristica.

Es más, para aclarar la idea, deberíamos recurrir a una serie de principios, antiguamente llamados "axiomas", aunque no me gusta la utilización de esta palabra para estos casos porque normalmente la aplico a principios matematicos (axiomas, presuposiciones lógicas...). En todo caso, es mejor verlo con aforismos, siempre ayudan a reflexionar dentro de un marco racional libre de cualquier tipo de errores lógicos (falacias), pero no del tipo de anaformismo que te imaginas, no... El anaforismo atomista del siglo XX, aquel que utilizan los grandes autores de nuestro siglo.



"El pato es feliz en su sucio charco porque no conoce el mar"

"El conocimiento no tiene valor alguno si no se lleva a la práctica." Permitame hacer un inciso, este es importante, si lo que propones no lo pragmatizas, no tiene valor!

"Los caprichos surgen cuando se impone la voluntad sobre el conocimiento"


"Saber es poder."


"Saber para prever, a fin de poder."

Bueno como ves, hay mucho tema y tal... y por extensión no podemos aprofundir como es debido. En todo caso, y que conste, es interesante ver como socialmente una pragmatización de un acto racional puede llevar a la discusión más sublime y a la vez efimera de la historia.