La lengua va cambiando a medida que pasan los años y los hablantes comienzan a variar no sólo la fonética o la forma de decir las palabras sino su significado y su uso. Por eso es que año a año aparecen nuevos conceptos, nuevas palabras que se van agregando al diccionario no sólo a nivel coloquial sino también de manera formal.
Ahora bien, atendamos por un momento al concepto de la palabra bizarro. Esta palabra se utiliza cada vez más de una forma que no es correcta. Lo que usualmente consideramos como algo “bizarro” es algo extraño, grotesco o extravagante. Pero lo que la Real Academia Española indica que es el adjetivo bizarro hace referencia a dos cosas:
En primer lugar a la cualidad de ser valiente o esforzado.
En segundo lugar, como sinónimo de generoso, lucido o espléndido.
Sin dudas, para la RAE, ser una persona bizarra es sinónimo de tener todas las cualidades de lo que consideramos en literatura un héroe o un caballero.
Ahora bien, ¿de dónde proviene este “error” conceptual? La respuesta sea, probablemente, a causa del préstamo que hemos hecho los hablantes del español del inglés, y previamente del francés, de la palabra bizarre, concepto que sí está orientado a lo extravagante.
En el español, si observamos la etimología de la palabra, la palabra bizarro tiene su origen en el término italiano que, como indicamos anteriormente, significa valiente. Incluso este término se relaciona con la cualidad de un hombre de poseer mucho vello en el pecho. Los italianos han tomado este concepto de otro de origen vasco. La palabra bizarra en vasco quiere decir barba y se utilizaba para hacer referencia a los soldados furiosos barbones. Sin dudas la imagen de un guerrero valiente y feroz.
Apagando brotes de Marco el tarado

