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Fueron tres meses infernales que cambiaron para siempre la vida de una niña de dos años. Kiernan Hughes-Mason (32 años), entrenador y exfutbolista de la English Football League Championship (EFL), la Segunda división inglesa, fue declarado este miércoles culpable de crueldad infantil y de provocar las graves lesiones corporales y cerebrales sufridas entre octubre de 2019 y enero de 2020 por la hija de su pareja.


El 31 de enero de 2020, Hughes-Mason estaba cuidando a la hija de la que entonces era su novia y llamó al 999 (teléfono de Emergencias) pidiendo una ambulancia. Cuando llegaron los sanitarios, el exfutbolista les dijo que él estaba abajo cuando escuchó un fuerte ruido procedente del piso de arriba y que creía que la niña se había caído. Tras examinar a la pequeña, los médicos descubrieron 17 lesiones diferentes en sus piernas, espalda, cara y pecho. Y la sometieron a un coma inducido.


Dos semanas después, el 14 de febrero, Hughes-Mason fue arrestado. Durante la investigación, la policía halló mensajes enviados por Hughes-Mason en los que decía: «Realmente me está poniendo de los nervios»; y «voy a golpearla».


El relato que hizo la Fiscalía durante el juicio es espeluznante: «Todos los expertos son unánimes en opinar que las devastadoras lesiones en la cabeza y el cerebro de la niña no podrían haber sido causadas accidentalmente mientras estaba sola en su habitación. Hughes-Mason se propuso desde el principio presentarse ante la policía como el padrastro cariñoso que trataba a los niños como si fueran suyos y decía cuánto los amaba. Sin embargo, en los mensajes de texto que escribió en ese momento, le llamaba constantemente 'sus hijos' o 'su hijo' refiriéndose a la madre. Los menospreciaba con regularidad, hablaba de ellos como si fueran estúpidos y los menospreciaba».


«Con respecto a los daños en la cabeza y el cerebro que sufrió la niña, todos los expertos coinciden en que el patrón de lesiones encontradas indica que la niña fue sacudida vigorosamente, y probablemente su cabeza fue golpeada contra una superficie dura. La única explicación para el patrón de lesiones sufridas por la niña es que fueron infligidas por este acusado y deliberadamente», concluyó el letrado del ministerio fiscal.


Hughes-Mason jugó en los equipos juveniles del Arsenal y el Tottenham Hotspur antes de recalar en el Millwall (años 2009 y 2010), club de la EFL. Más tarde pasó por diferentes conjuntos en categorías regionales.


El año pasado comenzó su carrera como entrenador en el Tower Hamlets. Actualmente dirigía al Enfield Borough, del que fue despedido fulminantemente una vez conocida su condena.