Dar un Braguetazo

Tradicionalmente se ha dicho que un tío ha dado un braguetazo, cuando logra casarse con una mujer que le hace subir de nivel social o lo mantiene económicamente.
Pero esa circunstancia nunca ha sido fácil de conseguir. Primero porque las mujeres que viven en una clase social “superior” no se relacionan con hombres de menor categoría. Y segundo, porque en caso de “encapricharse la niña”, los padres o incluso todo el entorno social de su alrededor le quitan la idea de la cabeza.

Sin embargo al revés, es decir, la joven que partiendo de menor “clase social” consigue sacarle beneficio a su físico ha sido una constante en todas las épocas, incluida está en la que vivimos.
La diferencia es que antaño las chicas guapas eran “descubiertas” por hombres adinerados, que las hacían suyas por las buenas o por las malas. Y hoy existe la posibilidad de que la propia chica guapa se auto promocione facilitando ella misma el dejarse follar por alguien famoso y luego dando publicidad a la relación en los programas de cotilleo.
Pero sin llegar a ese ejemplo máximo de braguetazo femenino mucho más común es el caso de las chicas que sin ser meridianamente guapas, incluso deficientes en tetas o culo, aprovechan el instinto natural masculino que le impulsa a querer follar como sea, para cazar al incauto que le pague “de aquí a la eternidad” la vivienda, la manutención y todo lo que haga falta para que “la princesita” viva comiendo perdices gratis toda su vida.
El por qué a esto no se le llama tradicionalmente braguetazo es por una simple razón de frecuencia de casos. Ha sido siempre tan habitual, que lo raro era conocer una joven que no persiguiera la “pensión de por vida” a cambio de preñarse una o varias veces. Eso sí, bajo la cristiana, apostólica y católica bendición de la iglesia.

Por suerte hoy el libertinaje hace que las jóvenes hayan despreciado ese camino fácil y prefieran vivir solas o incluso en parejas lesbianas, lo cual libera a muchos hombres de aquella esclavitud disfrazada de “felicidad conyugal” que la sociedad feminista administraba desde el interior de las casas, con fingida sumisión.

Queridos jóvenes, atended la experiencia de un viejo preso que cumple la cadena perpetua de mantener a una vieja bruja. Sabed que las tetas se les caen, el culo les crece exponencialmente con cada embarazo y la dulzura que aparentaban los primeros años pronto se va agriando hasta convertirse en un olor repulsivo que inunda toda la casa.
Lástima que esta verdad no salga en los anuncios de televisión de “violencia de género” porque aquí no hay muertes instantáneas, se trata de marchitar, amargar la vida de una persona hasta hacerle perder todo el deseo de vivir.
¿Por qué creéis que los hombres viven menos años que las mujeres?

Al menos una cosa buena trae el nuevo rumbo de la sociedad, que unas cuantas "princesitas" se hagan boyeras impide que atrapen a pagafantas y se enmarañen entre ellas mismas. Será curioso ver cómo evolucionan estas mujeres libres cuando en la vejez se agrien a dúo.

Me espero a la película