El BALROG de Aquarama

Esta es una historia que viví hace un par de veranos. Me ocurrió a mi, yo estaba delante, no me lo ha contado nadie.

Era un caluroso día de verano y decidimos irnos a pasar el día en Aquarama de Benicasim, un parque acuático tan malo como cualquier otro. Mi hermano, las esposas y un servidor. Nosotros tenemos ya nuestros añitos así que nos tomamos las cosas con filosofía, de tranqui en plan polla vieja piscinero de lomo plateado.
En una de las colas, vimos que habia un grupito de canis adolescentes (18 raspados) repulsivos y chichinabescos que estaban decidiendo joder al personal en la atracción de las colchonetas esas que te subes en ellas y te tiras por el tobogán. La atracción mas divertida y mas concurrida. Estos canis estaban en una manada de 5 en la que parecía que un seboso era el alfa (alfa de piojos) y sin entrar en muchos detalles pues imaginaros...colandose, quitando la colchoneta a otros chavales con malas formas, etc. Yo ya tengo los huevos pelados y cuando se me coló le dije que a la cola y que no fuera listo. Como mido casi dos metros y peso 90 kilos pues ni rechisto. Con esta gente si eres firme pero educado no suele pasar a mas y mas si les sacas cabeza y media y el que va contigo lo mismo.

El caso es que el socorrista era otro cani. De diferente especie pero cani también. No llegaría a 20 años. Con sus gafitas de sol, guapete, malote y con su pito demostrando que el mandaba. El cani socorrista, llamo la atención un par de veces al cani seboso y su manada. Primero de forma educada (para ser cani) pero la segunda vez con pito y todo. Esa segunda vez el cani seboso empezó a descojonarse un poco y sus amiguitos graznaron como ocas de forma triunfal.

El cani socorrista se dio cuenta y les tomo la matricula. Fue en ese momento cuando supe que se mascaba la tragedia y en cualquier momento habría bronca.

Dicho y hecho. El cani seboso la volvió a liar en la cola y fue entonces cuando el cani socorrista, se fue cara al seboso como si hubiera pitado un penalti en la final de la champions. Pitando como un loco y señalandolo. El seboso se quedo petrificado por la reacción. Impávido.

El socorrista muy encabronado se planto delante del gordo. La atracción ya no importaba, ahora ellos eran la atracción. La gente se hizo a su alrededor.

- Me tenéis hasta los cojones - dijo el socorrista. - Lleváis todo el puto día liándola.

El seboso, una vez superado el susto inicial, miro hacia sus colegas que se lo tomaban a cachondeo y envalentonado no se que le dijo y se descojono en la cara del socorrista. Entonces el socorrista, herido en su orgullo le dijo:

- ¿Pero tu de cojones vas? ¿De SUPER GORDO?

El cachondeo del gordo y sus amigos se corto en seco. Se notaba que el tema de la gordura no lo encajaba con deportividad. La cara le cambio a un rictus serio, casi aterrador. De forma pausada, grave y solemne le dijo al socorrista:

"Como vuelvas a decirme gordo te meto una hostia."

Que me aspen si no me lo creí. Vamos, estoy seguro que le dice gordo (o super gordo) un tiranosaurio rex y el gordo le pega una hostia. Todos supimos que esa amenaza no era broma. Pensé que el cani socorrista se giraría y ahí terminaría la cosa. Era un empate técnico. Un duelo entre caballeros que había terminado de forma honorable...



...pero no hay honor entre canis



El socorrista, dio dos pasos hacia adelante. Se acerco a pocos centímetros del seboso y con una calma desafiante le dijo a la puta cara:

"Gordo de mierda."

Ahí supe que se había liberado al craken.
Como si se hubiera activado un resorte invisible el gordo le dio un guantazo a mano abierta al socorrista que las gafas de sol se pusieron en orbita. No hubo intercambio de golpes. El gordo cumplió su amenaza y el socorrista se quedo absolutamente petrificado cuando recupero el equilibrio. Pensé que se darían de hostias y tendríamos que separarlos. Pero no.

El socorrista tenia un as en la manga final. No se que cojones se le paso por la cabeza. Como si fuera un puto balrog de Melkor agarro la cadena a la que va el pito unido y como si fuera un latigo flamigero lo blandio con sorprendente precisión reventándole el puto pito en la cara del seboso. El pito le tuvo que doler pero la cadena se le quedo marcada en la cara. Si le pega en un ojo seria el gordo tuerto. El gordo se quedo absolutamente consternado, empezó a sangrar y a llorar. Casi que nos dio hasta pena.

A partir de ahí vino una socorrista potorra que se los llevo a ambos y supongo que al socorrista le despedirían o algo peor.

Tu descripción de los varones es sumamente homosexual.