El Viso exporta la máquina de agua más grande del mundo
Capaz de producir 10.000 litros diarios, ya la esperan en Irán donde se va a firmar un contrato para ampliar la demanda.
Luis Fernández, Juan Veiga y Manuel García, responsables de la fabricación de esta máquina - ABC
A. GUILLÉN El Viso Del Alcor
28/01/2017 08:30h - Actualizado: 28/01/2017 08:30h.
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Este próximo martes por la mañana parte desde El Viso del Alcor rumbo a Irán la máquina productora de agua más grande del mundo. Fabricada por la empresa visueña Altecfrío, esta exclusiva máquina es capaz de producir de manera independiente 10.000 litros de agua diarios en condiciones de extrema sequía, con temperaturas superiores a los 40 grados centígrados y un 13 por ciento de humedad atmosférica.
La máquina, que se ha fabricado durante tres meses sobre el esqueleto de un contenedor high cube de 12 metros de largo, es un prototipo único en el mundo, según reconoce uno de los gerentes de Altecfrío, el visueño Manuel García: «sabemos que en Israel también se ha fabricado una máquina que genera agua pero su producción diaria está muy por debajo, en torno a unos mil litros y cuesta un millón de dólares». Por mucho menos de la mitad, estos pioneros garantizan los 10.000 litros de manera infalible, «y si las condiciones climatológicas son más favorables, se podrían producir 17 o 18.000 mil litros por día con la mitad de energía».
Junto con la máquina, viajan a Irán Antonio García, uno de los operarios que la ha montado, y Juan Veiga, hijo del inventor y máximo responsable de su comercialización. Veiga ha asegurado que los esperan «para hacer una presentación oficial en sociedad y la firma de un contrato por el que se van a encargar varias máquinas más para su fabricación inmediata». Esta en concreto va para la ciudad de Ahvaz, capital de la provincia de Juzestán, en el norte del país y una zona de aridez extraordinaria.
Una máquina de récord
El prototipo que acaban de terminar es hasta ahora el más importante fabricado, superando con creces todas las demás propuestas de generar agua en el mundo presentadas hasta ahora. Es la evolución de un primer modelo que salió de su fábrica en mayo de 2015 con destino a Namibia, donde la recibió el presidente del gobierno. Dicho modelo, del que el país africano ha comprado tres unidades más, era capaz de producir 120 litros diarios con un consumo energético igual al de una lavadora, energía además generada por placas fotovoltáicas que incorporaba. El éxito de su prototipo, aseguran consiste en que el sistema que usan solo necesita cuatro gramos de agua por cada metro cúbico de aire procesado y su funcionamiento está certificado por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
Además del actual prototipo que irá a Irán, ya se trabaja en dos nuevos modelos que también saldrán al extranjero. El primero de ellos, explica Luis Fernández, ingeniero y también gerente de Altecfrío, «va para Chile, será de una capacidad de 150 litros diarios y el cliente quiere ver su funcionamiento para instalar más si le convence el resultado». Además, puntualiza su socio, Manuel García, «incluso nos ha llegado a comentar que podría embotellarla para su venta, alabando la gran calidad del agua». El otro prototipo que ya se está diseñando, explican, «es para un príncipe árabe y tendrá una capacidad de 2.000 litros. La particularidad de este proyecto es que la quiere fabricada sobre una base remorcable para poder desplazarla por diferentes zonas desérticas de Arabia».
También están trabajando con un organismo público español, del que prefieren no revelar más datos. Según Veiga, «están estudiando la calidad del agua, que ya nos han dicho que es muy buena, y se están haciendo varios estudios sobre las posibilidades que el actual prototipo ofrece y su aplicación práctica». Es otra de las virtudes que resaltan estos fabricantes, ya que por sus propias características esta máquina podría mejorar considerablemente las condiciones en zonas de conflicto o campamentos de refugiados.
El padre del invento
El inventor del generador Aquaer es Enrique Veiga, un ingeniero gallego que llegó a Sevilla hace 50 años para trabajar en el puerto. Desde entonces ha desarrollado una amplia trayectoria profesional como director técnico y asesor de empresas dedicadas al frío industrial, así como la elaboración de proyectos técnicos de industrias de todo tipo. El principio físico del que parte es simple, explica este ingeniero jubilado, «el de condensación de vapor de agua, que es lo que sucede, para que nos entendamos, con los aparatos de aire acondicionado domésticos. Claro, esto resultaría muy evidente en atmósferas con un gran porcentaje de humedad, lo complicado es desarrollarlo en condiciones de sequía extrema».
Reconoce que comenzó a trabajar en la máquina por primera vez en 1995, a raíz de la sequía que por entonces sufría el país. Desde entonces, estuvo probando varias fórmulas hasta que en mayo de 2015 comercializó la primera.
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