en manos de un Dios impaciente

os diré lo que me preocupa de Dios: teniendo toda la eternidad para hacerlo, hizo el universo en sólo 7 dias.

puto vago

el universo podría haber sido un puzzle resultante de colocar sabiamente piezas hasta lograr un bonito cuadro

pero fué en realidad una tirada de dados... ¡ y lo que salga!

un Dios dinamitero que mete un pedo hadrónico y se despreocupa de lo que salga de todo ello

¿ por qué la vida es una puta mierda? porque es el resultado de la casualidad

si Dios existiese, me preocuparía mucho. Sería una cosa horrible. Saber que estamos en manos de un chapuzas

a mi me mola la idea de que somos una mierda que, aunque sea por casualidad, ha aprendido a respirar y pensar

quizá tengamos escape. Si aprendemos a llevarnos bien con nosotros mismos.

pero si somos los soldaditos de jueguete de un niño caprichoso con la habitación desordenada...

El final de la esperanza es el inicio de una nueva etapa en la que podamos ver las cosas con constructivo desapasionamiento. Pues si Dios no se preocupó, entonces... ¿ por qué nosotros sí?.

Yo tengo mi fé en la ecuación de lo real O=C=O. Siempre que un objeto pueda ser declarado conceptualmente, habrá seres inteligentes capaces de arreglar las chapuzas engendrando cosas que son de nuestra imaginación propia. Dios no creó las farolas ni los coches ni los ordenadores. Dios se predica como creador del universo. Pero eso no se puede demostrar. Pero sí que es harto evidente que nosotros sí que hemos creado uno:

la artificialeza

You stared your lies
Above the sand
You hold my hand
Before the end comes
For kidding me
For what I've done till the end of days

Estamos condenados a dudar hasta el final de los tiempos. Porque lo que hemos creado es tan grande que necesitamos un Dios para descargarnos de autoría y culpa.

El humane es Dios. Los vicios que éste tenga dependerán de nosotros. Si es colérico o conciliador. Amor o justicia. Enigma o axioma " evidente". Eternidad o sólo vano reflejo del infinito. Nosotros le hacemos, nosotros le definimos. Es nuestro muñeco de trapo. Le damos los poderes que no queremos asumir que tenemos.