En Niger la educación es un tema pendiete

África es como ya sabemos, el continente de la pobreza, y por tanto aquel donde los indicadores del desarrollo alcanzan las cotas más bajas del mundo. En un largo camino, donde muchas son las medidas a tomar para revertir esta situación, quizás la más básica y fundamental sea conseguir un sistema educativo estable, donde se logren niveles de alfabetización y escolarización aceptables para el siglo XXI.
Otra de las peculiaridades de África, son las grandes desiguales que existen, tanto dentro de un mismo país (nos encontramos los Índices de Gini más bajos del mundo), como entre países. Entonces, en el ámbito educativo podemos encontrarnos países tales como Sudáfica o Guinea Ecuatorial, cuyos indicadores educativos se acercan a los europeos (salvando las grandes diferencias existentes) y otros como Niger cuyos indicadores educativos se acercan más a la europa de principios de siglo XX.
De los 54 países del continente africano, como ya he mencionado, Níger es el más castigado en términos educativos; Posee la tasa de alfabetización más baja del mundo, tan solo el 19,1 % de la población mayor de 15 años sabe leer y escribir, mientras que en el resto del continente el índice asciende hasta a el 60%. Por otro lado, también presenta el mayor ratio de abandono escolar del continente; el 70.4% de los niños y adolescentes nigerinos abandona el colegio antes de terminar sus estudios, muy lejos de la media africana, situada en el 31,7%.
Las causas de estas lamentables cifras, radican en primer lugar en la evidente pobreza económica que asola la región (su PIB per capita es de los más bajos del mundo) y que dificulta el acceso a la educación, impidiendo a sus habitantes otra ocupación que no sea sea de carácter laboral. La segunda explicación posee una naturaleza más cultural, y es que los padres tradicionalmente, han sido contrarios a llevar a sus hijos a la escuela, hasta el punto de que en los años 60, el gobierno envió al ejército a las áreas rurales para obligar a los padres a dejar que sus hijos asistieran a clase, lo que provocó que los familiares escondieran a sus pequeños por miedo a lo que les podía pasar. Recientemente, los padres dejan de registrar a sus hijos para no tener que llevarles al colegio, y así evitar las represalias del gobierno.
De este modo, a pesar de los grandes avances que se han logrado en el continente africano, que en algunos casos ha visto como el ratio de personal alfabetizadas se ha doblado, y el de abandono escolar se ha reducido a la mitad en lo que llevamos de siglo. En el país Subsahariano aunque el progreso educativo también ha sido evidente, lo hace de manera más pausada que en el resto de África.

Selección natural.