Conozco un caso real donde se preparó una cazuela de conejo para un grupo numeroso de cazadores, el anfitrión, en vez de cocinar conejos, cocinó gatos, aproximadamente una docena.

Despues de comer estaban todos comentando lo buena que estaba la cazuela, que si estaba de puta madre, que muy buena, en un momento dado el anfitrión comento que lo que habian comido no era conejo, sinó gato, mucho cachondeo, mucho jiji jaja, hasta que el anfitrión se fue a la despensa y volvió con las cabezas de los gatos para demostrarlo.

Hubo de todo, el que vomitó, el que hacia con comentarios jocosos o el que mostraba la mas absoluta indiferencia en plan, pues muy bien.