El segmento norteamericano (USOS) de la estación espacial internacional (ISS) ha sido evacuado hoy por culpa de una falsa alarma que indicaba una fuga de amoniaco. Como resultado, los tres astronautas de la Expedición 42 que viven en este segmento -Barry Wilmore (NASA), Terry Virts (NASA) y Samantha Cristoforetti (ESA/Italia)- se trasladaron al segmento ruso de la estación, donde se unieron a Aleksandr Samokutyayev, Yelena Serova y Antón Shkaplerov. La tripulación se encuentra en buen estado y ya ha vuelto a acceder al segmento norteamericano.
La tripulación de la ISS en una imagen de archivo con las máscaras de gas que usaron hoy (NASA)
Alrededor de las 09:00 UTC de hoy día 14 de enero el control de tierra de Houston detectó cuatro medidas anómalas que hacían pensar en una fuga de amoniaco en el interior de la atmósfera del segmento norteamericano. Los sensores midieron un cambio en el nivel del depósito de agua del circuito de refrigeración del segmento norteamericano al mismo tiempo que se detectó un aumento de presión. La ISS se refrigera mediante un circuito externo a base de amoniaco y un circuito interno a base de agua que recorre el interior de los módulos del segmento norteamericano. El circuito de agua transfiere el calor excedente al circuito de amoniaco a través de diez intercambiadores de calor (IFHX) (el segmento ruso tiene un sistema de refrigeración independiente). Es en estos puntos donde el amoniaco del circuito exterior puede filtrarse al circuito interior y de ahí a la atmósfera de la estación.
Configuración actual de la ISS (TsUP).
Segmento norteamericano de la ISS
Esquema de un intercambiador de calor de la ISS (NASA).
El segmento ruso de la ISS
Debido a la toxicidad del amoniaco, Houston tomó la decisión de evacuar a los tres tripulantes al segmento ruso. Wilmore, Virts y Cristoforetti se pusieron las máscaras de gas y cerraron la escotilla que separa los dos segmentos de la estación, situada entre los módulos Unity (Nodo 1) y Zaryá (FGB). Al mismo tiempo, el control de la misión cerró el bucle B del sistema de refrigeración de amoniaco (uno de los dos que tiene la estación) para detener una posible fuga, lo que obligó a apagar varios equipos del segmento norteamericano. Una vez en el segmento ruso los astronautas comprobaron que no existiese amoniaco en la atmósfera, se quitaron las máscaras y esperaron instrucciones. Para agravar las cosas, el exceso de tripulación no previsto en el segmento ruso ocasionó que saltasen varias alarmas de incendios (las señales de alarma espúreas son muy comunes en la estación).
Puesto que las dos naves Soyuz para traslado de los astronautas se encuentran acopladas al segmento ruso (la Soyuz TMA-15M al módulo Rassvet y la Soyuz TMA-14M al módulo Poisk), la tripulación podría haber abandonado la estación sin problemas en caso de necesidad. Obviamente, si la fuga hubiese tenido lugar en el segmento ruso la tripulación debería haberse refugiado en las naves Soyuz directamente y hubiésemos estado ante una situación potencialmente más compleja de cara a la seguridad de los astronautas.
En vista de que todo parecía ser una falsa alarma, la tripulación regresó brevemente al segmento norteamericano, pero justo entonces la presión atmosférica volvió a subir -una posible indicación de fuga- y Houston decidió que los astronautas regresasen otra vez al segmento ruso. En estos momentos los técnicos de la NASA creen que todo ha sido un fallo electrónico de una de los ordenadores que controlan los sensores de la ISS. Después de que Barry Wilmore y Terry Virts comprobaran por la tarde de hoy la idoneidad del estado del segmento ruso, Houston decidió abrir las escotillas entre los dos segmentos y permitir el regreso de la tripulación.
Una vez más, la arquitectura redundante de la ISS, derivada de tener dos estaciones casi independientes acopladas la una a la otra, ha demostrado su utilidad.