Es difícil dar una respuesta exacta, creo que debemos tomar la pregunta con cautela y analizar los pormenores que pueden parecernos intrascendentes pero que, a la hora de tomar una decisión coherente, pueden torcer la balanza.
Si nos guiamos por los conceptos de interpretación que existían en la antiguedad, deberíamos hacer un examen de conciencia y ubicarnos como meros espectadores ante una pregunta sin destinatario. Pero si en cambio, analizamos tu pregunta desde la posición del lineamiento ortodoxo del pensamiento moderno, la respuesta tiene que ver, ya no con la escencia de la interrogación sino con el espíritu dialéctico de quien interroga.
En síntesis, la respuesta a tu pregunta, solo puede entenderse desde lo pragmático, asociando los niveles del intelecto que por si solos, develan los secreto de la incógnita. Por otra parte, cabe mencionar que para el análisis empírico, no es necesario evaluar los preceptos intrínsecos de la realidad, observados desde la lógica y la metafísica.