hay otras formas de belleza

que no sean las mujeres. Las mujeres empalagan. La naturaleza no o no tanto.



vivimos la dictadura de los empalagosos cursis. De los adictos al amor y a la fotocopia barata de sus genes. Me jode haber nacido tan sexual. Pero también me joden los del lado contrario. En la vida, lo único es uno-mismo. El tenerse. El resto es alejarse. Como bien dice un grafiti de por aquí. La única disciplina lógica del conocimiento debería ser la financiera. Y con el poder obtenido, una vez follada alguna hembra y pisado algún paraje, el objetivo lógico sería la construcción permanente de mesoblasto como manera de prolongar estancia en la existencia. El culturismo es más lógico que parir hijos. Pero estamos en manos de hordas de degenerados llamados civilizados y padres de familia que acuden a deportes colectivos como el fútbol, creen - o dicen creer- en una mentira llamada bien común y afirman sentirse realizados por ser esclavos de actividades que finalmente siempre son monotonías carentes de una proyección transcendental.

la única actividad, riesgosa e inmoral e ilegal, que parece tener un fundamento es la delincuencia a título propio. Aquel se arriesga, roba, blanquea e invierte en lo más interesante de la vida, el simple contemplar soles y lunas desde la más estricta libertad y distanciado de toda esa milonga social de la comunidad del hormiguero, aquel que vive para su solipsismo y no comulga ni se deja comulgar por la corriente grupal. Sólo ese es el poseedor de una verdadera existencia digna de ser contada. Por desgracia hipertrofiamos la cultura para ocultar el problema del dinero. Reclamamos a Tesla o a Twain pero vivimos en una sociedad utilitaria en donde el rasero de medición sigue siendo lo que tienes. El que tenga haría bien en guardar sus talentos y no emplearlos. Justo lo contrario que se afirma en la biblia. Porque el verdadero talento es permanecer sin que te afecten. El bien común no es más que una puta mentira.

Las mejores pajas en la naturaleza, si me preguntas