Iniciado por
Forcemil
Hola a todos/as:
Esta mañana me he ido a entrenar bíceps/tríceps al gimnasio como siempre y esta semana es la última que hago de aumentar ya que a partir de la semana que viene me voy a poner a definir y toda esa mierda. Pues bien, he empezado como siempre a hacer mis ejercicios cuando de repente ha venido una chavala rara con aires de choni y mientras la observaba para estudiar su comportamiento (que a posteriori describiré) he empezado a darle a mi imaginación peculiar que todos/as conocéis.
Pues bien, estaba haciendo Curl Biceps con barra mientras miraba de reojo su comportamiento típico. Era la típica de unos 16 años, morena, de faz morena, cuerpo estándar y voz semicarismática que entre serie y serie se ponía a chatear en Whatsapp con el intelectual de Cambridge de su novio/amante/follamigo/pringado semental de turno (lo del intelectual de Cambridge era un sarcasmo, claro está) y que se comportaba siguiendo un patrón fijo y repetitivo propia de una autómata sin personalidad y que de vez en cuando me miraba mientras yo me imaginaba que mientras me miraba decía lo siguiente:
"Menudo imbécil. Yo tengo a chavales sementales por todas partes y este imbécil es el típico que no tiene trabajo y demás. Además no tiene que tener ni un notable en nada de lo que hasta ahora ha hecho si es que ha hecho algo."
Junto con esto, he empezado a imaginarme (esta vez cuando he hecho fondos de tríceps en el aire) que yo era el hombre de 40 años que es el protagonista en el hilo de "Ayer en el gimnasio" y que ella era la típica gorda que buscaba a un carapadre que le cuidara de su hijo bastardo seropositivo sin manifestación de la enfermedad (SIDA) y que cuyo propósito en esta vida no era ni más ni menos que el de servir de arma bacteriológica para poder exterminar a gran parte de las guarrillas incultas que pululan por ahí y que en eso se iba a licenciar; en terrorismo biológico.
Todo esto me ha servido para cabrearme y motivarme a la vez que pensaba en los 'linking adverbials' en el discurso académico, en la interculturalidad y en mi TFM. Así he seguido hasta que ya he acabado mis ejercicios y me he ido a la ducha ciclándome la mandíbula a modo de bruxismo pensando en el gerente del gimnasio dándole la bienvenida a un grupo de gente que nunca ha entrenado y que son de distintas edades y de la investigación que haría yo para ver en qué porcentaje progresa cada uno y por qué además de conocer sus tipos de motivación y sus diferencias individuales a nivel físico y psicológico.
Bueno, ¿qué os parece esta historia?
Saludos.
Forcemil.