la cuarta "A" olvidada

La civilización comienza con el aislamiento y el armamento. Gente que escapa de la barbarie y se protege en algún lugar. Lejos y con la ayuda de alguna muralla, natural o artificial, en algunos casos. Muros o montañas. Fríos y espacios enormes para asegurarse la tranquilidad. Al menos durante algún tiempo.

La autarquía es la continuación. Es la tercera A. Bien llevada es progreso en toda regla. E independencia. No sólo de " los otros". Sino incluso de la propia Naturaleza.

Y entonces se comete el error. Había que simplificar el escenario y llegar al A-pocalipsis. Antes del amor universal. Para amar a todos hay que ver primero quienes son... Amor sin noción es necedad. Muy rápido cambiamos el racismo ( precaución) por el altruismo ( que carece de sentido interespecies, a menos que se trate de hormigas con pulgones que den azúcar ).

Los blancos dimos a los negros la posibilidad de una vida mejor. Ellos se desmadraron y cometieron tropelías. Entonces surgieron cosas como el kukuxklan. Que no es otra realidad que el reconocimiento de que la fase de simplificación o eliminación, de los otros, era necesaria y se había obviado por la prisa por llegar al amor.



La extinción de las especies animales no es un drama. La pirámide trófica somos nosotros. El planeta estaría mejor, más ordenado, con unas pocas especies sólas, seleccionadas. Y lo que se aplica a los animales y las plantas, se puede aplicar con mayor razón a los individuos. Porque no todos merecen el calificativo de humanos.

El genoma que no cambia deja perennes una serie de cualidades. Las cualidades de los salvajes ( negros, moros, gitanos) seguirán siendo siempre las mismas: las que joden la civilización.

En un hormiguero, las cigarras sólo entran muertas, a trozos y en las mandíbulas de las hormigas.

Tanto predicar lo natural, y al final nos saltamos su propia lógica.