la pasivo-agresiva como ortodoxia en el switch

Una mujer que no fuera del todo leona y maléfica, o Lilith, sino parcialmente, y el resto cordera y blancanieves, o Eva, tendría dificultades en salir del carromato y, si lo hiciera, se comportaría temporalmente, es decir: sería switch; POR TANTO: ¿ es la actitud pasivo-agresiva, en la que ella se asegura de tener " un tío controlado para que la controle ( en la cama)" la manera de eludir el enojoso entrarse en territorio de caza propio de leona?. La pasivo-agresiva es leona para asegurarse ser cordera.



La sexología ganaría mucho de la psicología. Si la psicología abandonase la obsesión estadística para crecer conceptualmente. En torno a tipologías. En torno a etiquetas. En torno a neologismos, exportaciones conceptuales, mitologías o... ¡ simbologías!. Pero como eso no sucede, la sexología es fisiología a la caza del " puto G de kamelot". Esoterismo.



Cada vez anhelo más que la intensidad sea estable. Lo que me lleva a desear manejar mi switch propio y ser cordero siempre para poder disfrutar de una que sea, simplemente, fuera de lo ortodoxo. Los estadíos intermedios degeneran en amistad.



Esa búsqueda de la sencillez es la misma que llevó a la tribu-parroquia a declarar la orientación para evitar el rol. Prefieren hablar de bolleras antes que de dóminas. Dado que es posible que los conceptos novedosos lleguen antes a la psicología que a la sexología ( salvo la fisiología, que lo tiene todo ya más o menos establecido) resulta que la mitología, como el complejo de Edipo o el de Electra en psiquiatría freudiana, es más accesible para la ciencia tanto más se aleje, curiosamente, del material humano a estudiar. El resto se mantiene en lo ramplón.



Así que espero que algún dia llamemos a las pasivo-agresivas por su nombre: Blancabrutas. La sexología también merece apertura de fronteras a las teorías " sofisticadas" - elaboradas- ( o no progresará).

A mi me pasa que cuando estoy solo, quiero estar con alguna.
Y cuando estoy con alguna quiero estar solo.