Si es verdad los legajos que encuentra de Benengeli, que hasta el nombre suena gracioso y manda a un historiador musulmán que le traduzca los escritos.
La forma tan sútil con que Cervantes maneja la ironía es admirable. Fue un pionero en la literatura usando el dúo por primera vez retroalimentado. La gran cultura de Cervantes en una novela que nadie jamás escribió y que después ningún otro autor en el mundo jamás pudo igualar. Esa narrativa que cogió como maestro Dostoiewsky que admiraba el Quijote.
Y además a parte de ensalzar nuestro castellano, sus lugares, la Mancha especialmente posee para mi el discurso que hombre alguno jamás escribió que si hubiese leído hombres como Karl Marx o Lenin entre otros se hubiesen ahorrado palabras porque ya lo escribió Cervantes pero con más arte y menos ensañamiento. Si estos hubiesen leido el Quijote estoy seguro que el mundo en el XX hubiese sido más amable porque el compartir, como los pastores no letrados compartieron con Sancho y con Don Quijote lo poco que tenían y por el entendimiento nos hubiesemos ahorrado muchas guerras radicales y dictaduras de ambos bandos.
Permíteme que plasme el discuros de la edad de oro.
Discurso de la Edad de Oro. (Cap. XI)
Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. En las quiebras de las peñas y en lo hueco de los árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cualquiera mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo. Los valientes alcornoques despedían de sí, sin otro artificio que el de su cortesía, sus anchas y livianas cortezas, con que se comenzaron a cubrir las casas, sobre rústicas estacas sustentadas, no más que para defensa de las inclemencias del cielo. Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia. [...].
El collar de la paloma. Es un libro muy recomendable escrito por el año 1050 más o menos hace por lo tanto mil años, pero hay mucha sabiduría encerrada en ese libro que la gente desconoce, habla sobre el amor visto desde la serenidad de la vida, con una belleza y ternura caracteristicas de la cordoba omeya. Analiza el amor y el desamor en sus causas no en sus consecuencias con pasión y sentido común. Es un placer leerlo pero se necesita sosiego. Yo leo un capitulo diario ahora en el jardín. Pero porque ahora el cuerpo me lo pide porque quiero comprender más mi relación. Eso según lo necesites shur.
transmito una sencilla reseña de lo que el autor pinta en el libro.
Las criaturas de Dios que ves son todas distintas:
tú bebe lo bueno, si no te es dado lo mejor.
No te contentes con el agua turbia más que a la fuerza,
cuando sobre la tierra no hay otra aguada.
Pero al agua salobre no te acerques, porque no se traga,
y un hombre libre debe preferir la sed.
En cuanto al libro del buen amor. es un libro extraordinario muy complejo, un tesoro en el que cada día encuentro algo bueno, vitalista y puro. Que engañados estamos en considerar la edad media como obscura y triste, el vitalismo que encierra y la libertad del amor del vivir no tanto como hoy nos enseñar en la vida más conseguir y seguir que el vivir y el ser que el autor recorre en sus versos. Y es además muy gracioso y entrañable.
un diez tu comentario por tanto.