La vez que me desperté junto a una amiga de mi novia

Os voy a contar una historia que casi había olvidado y me vino ayer a la cabeza hablando con una amiga caótica ponebombas vuelafachas (una vasca, vamos).

Sucedió el relato hace ya varios años, cuando estaba en segundo de bachiller. Resulta que mi novia había organizado por su cumpleaños una especie de barbacoa-botellón en su casa, ya que sus progenitores se habían ido a copular a algún otro país que no recuerdo. Había venido bastante gente, incluida alguna amiga suya de clase que yo no conocía más que de vista.
Por alguna razón (supongo que un examen) yo había dormido poco la noche anterior y estaba reventao, eran las 11 de la noche y ya llevábamos toda la tarde bebiendo y comiendo y se me abría la boca cual túnel cada dos minutos. Puesto que quedaba mucha noche por delante, decidí subirme a la cama de los ausentes padres de mi mano a echar un sueñecito a la planta de arriba para tener fuerzas para el resto de la noche.

Subí, me quedé en gayumbos, puse la alarma y me eché a dormir. Pues bien, al cabo de una hora y pico, algo me despertó con suavidad y sutileza. Abrí los ojos adormilado y me encontré a una AMIGA de mi novia (que no conocía de nada) y no a mi mano, como esperaba. Estaba sentada en el borde de la cama, en el lado en el que estaba yo, y me miraba fijamente, bastante cerca. Puesto que tenía una iracunda y FURIOSA erección bajo los calzoncillos (como las mañaneras), mi primera reacción fue quedarme quieto como una ardilla que sabe que su única opción de sobrevivir es hacer la estatua y esperar que nadie se fije en que está ahí.

La chica en cuestión era una mujer gamba en toda la regla. La diosa madre de las mujeres gamba, se podría decir. Era pelirroja natural, con sus cejas y pestañas casi inexistentes debido a su PELIGROSIDAD carmesí. Me resultan atractivas las pelirrojas, pero esta era fea la japuta. Tenía un tabique nasal de dimensiones cromañonas y labios delgados y finitos, no carnosos y húmedos como tiene que ser para realizar buenas felaciones. Pero por otro lado, tenía un cuerpo de la hostia. Delgadita, unas tetas de campeonato muy bien puestas y un culo firme y prieto de estos que gusta azotar con fuerza. Y la furcia de ella lo sabía.

Bien, pues a pesar de mi reacción instintiva animal de supervivencia, la tía no se fue ni nada. Me dijo "hola" tranquilamente y empezamos a hablar. La verdad es que no me acuerdo de qué hablamos, pero supongo que el alcohol que ya había bebido durante la tarde ayudaría, porque tengo hasta buen recuerdo de la conversación. Sé que estuvimos un buen rato hablando y que fue fluída y nada incómoda dentro de lo que era la situación (repito que yo estaba en gayumbos debajo de las mantas y que no había hablado con ella en la vida ni la conocía de nada). Sí recuerdo que la erección fue remitiendo poco a poco e intenté disimular como pude cambiando de posición sutilmente.

Al cabo de un tiempo, sobre 15 ó 20 minutos, un amigo que se debió dar cuenta de que la tía faltaba y se estaba oliendo lo peor, subió a la planta de arriba para salvarme el culo antes de que subiera mi novia (tampoco es que estuviera YO haciendo nada, pero...). Nos vio allí hablando y se quedó al otro lado de la puerta tal que así:

Y yo le mandé una mirada significativa con los ojos abiertos y un mensaje telepático mental (llévatela, hostias). Pero el flánagan de él, que es el típico que se enamora 3 ó 4 veces al día de mujeres distintas y encima lo va contando, después de los segundos de incredulidad de la situación, entró y se sentó en el otro lado de la cama y en lugar de llevársela de ahí e intentar penetrarla en otra habitación, se puso a intentar ligar con ella ahí mismo.

Así que cuando mi mano subió a buscarme para despertarme se encontró en la habitación de sus padres a la peligrosa de su amiga, a mi amigo y a mí metido en la cama, hablando de cosas de la vida. Se quedó con cara de WTF hacéis aquí putos muermos que estamos todos abajo de fiesta , y la situación se disolvió como si nada y las cosas volvieron a la normalidad el resto de la noche.
Evidentemente, mi amigo no se la percutió.

A día de hoy todavía no sé qué coño subió a hacer la tía ni por qué se metió en un cuarto con la puerta cerrada. No sé si estaría buscando el baño o sabía lo que hacía, ni qué pretendía. Perdí el poco contacto que tenía con ella porque se enfadó conmigo un día que la dije quera bastante furcia porque se había liado con otro tío que no era su novio, aunque no se le llegara a follar, y se hizo la ofendida. Durante la historia también tenía novio...


Resumen: en una fiesta en casa de mi novia, yo estaba cansado y me subí a dormir. Cuando desperté, una amiga suya estaba sentada en la cama y estuvimos hablando. Luego vino un amigo, me rescató y me libró de la situación.