Darme un paseo por la montaña, rodeado de lluvia y vientos. Anadeando entre los árboles y las rocas hasta que el ambiente termine de disolverme y me vuelva una parte más de él. Caminando mientras busco el horizonte, sólo para descubrir que cuanto más rápido intento dirigirme hacia él, más rápido se aleja de mí. Un día descubriré que el horizonte estaba junto donde yo estaba, y que lo que estaba persiguiendo es lo que siempre fui. Convertirse en suelo y sedimentos para dar pie a otras formas de vida, servir de base y ejemplo para generación tras generación.
¿Quién no querría formar parte del rocío de la mañana? ¿O de las auroras?