Mi traumatismo más significativo (basado en hechos reales.)

Hola a todos/as:

Como muchos de vosotros ya sabéis, yo estuve de intercambio en EEUU por buenas notas, porque era parte de mi carrera ya que podías elegir entre hacer prácticas en una empresa o hacer un Erasmus o programa de intercambio de semejante índole y pasar una estancia en un país extranjero.

Pues bien, fue durante esta estancia, más concretamente, a principios del año 2010 sobre febrero cuando empecé a caerme en numerosas ocasiones en el hielo, es decir, me resbalé en el hielo y me ocasioné una fisura en el húmero izquierdo. Mas yo seguía entrenando porque me pensaba que el dolor era psicológico ya que no pegaba que se rompiera porque yo sacaba buenas notas y eso significaba que estaba fuerte puesto que entrenaba exhaustivamente como buen obsesionado al gimnasio que soy.

A mi vuelta, volví de nuevo a apuntarme al gimnasio donde solía ir antes de producirse el intercambio y volví a entrenar con total normalidad excepto por una pequeña molestia que llevaba arrastrando desde el intercambio pero a la que no le prestaba mucha importancia, por no decir nada. De hecho, me ponía mucho peso y aún me forzaba a hacer más puesto que pensaba que el fracaso estaba cerca y que no tenía que dejarle entrar en mi vida.

Pasaban los meses y la molestia se iba agravando con lo que decidí parar e ir al médico. Esto fue lo que pasó en la consulta:

-Hola, ¿qué te pasa? -dijo el médico.

-Pues nada, que me duele aquí al hacer pesas pero no sé por qué no se me pasa. Esto ya lleva así un buen tiempo pero pensaba que era una contractura u otra molestia de tipo temporal. -dije yo.

-Venga, deja que te lo mire. Esto es una tendinitis. -dijo el médico.

-¿Del supraespinoso? -dije yo.

-Sí, del supraespinoso. Te voy a mandar una crema y te la pones durante dos semanas. Si te sigue doliendo, vuelves, ¿vale? -dijo el médico.

-Vale vale. -dije yo.

Me dejé el gimnasio durante dos semanas aunque iba pero sin ir ya que sólo hacía abdominales para no forzar el brazo famoso. Entonces decidí ponerme en contacto con una fisioterapeuta que ya me había curado varios esguinces con cuantioso éxito. De hecho, no tengo secuelas de ninguno de esos esguinces. Pues bien, fui a la consulta varios días y me hacía masajes (pero no en las partes bajas, sino que en el hombro, claro está.)

Pasadas dos semanas, empecé a ir al gimnasio y continuaba teniendo aquellos dolores. La fisioterapeuta me decía que era tendinitis y que era porque entrenaba demasiado. Nada más lejos pues yo no entrenaba casi prácticamente nada. De hecho, me había bajado hasta el peso porque no podía hacerlo bien. Notaba una especie de pinchazos raros y dolor muy molesto a lo largo de todo el brazo al hacer press banca.

Llegado el mes de marzo empecé a definir. Y un buen día, exactamente el 12 de abril del 2011, hora 17:30 de la tarde, tercera serie, octava repetición con 45 kilos en peck deck o contractor de pecho, el brazo se fracturó. El grito que di fue escalofriante, ya no pude seguir entrenando como uno se puede imaginar. En ese momento, sufrí un shock neurálgico por el dolor y casi me desmayo. Entonces mi hermano y mi madre me llevaron al hospital mientras mi madre benevolentemente me decía lo siguiente:

-Eres un puto animal, ojalá te mueras de cáncer y ojalá se te hubiera caído la puta barra al cuello y te hubiera matado. Me das asco. dijo ella (bueno, no lo dijo pero me lo invento que viene a ser más o menos lo mismo.)

-Joder, es que me dijeron que tenía una cosa y luego era otra. -dije yo.

Llegamos al hospital y me atendieron. La conversación con el médico fue la siguiente:

-¿Qué has hecho? ¿Qué te ha pasado? -dijo él.

-Pues que estaba haciendo pesas y se me ha roto el brazo así sin más, misteriosamente. -dije yo.

-No puede ser. Si hubiera sido así, se trataría de un osteosarcoma oculto o de una descalcificación prematura del hueso. -dijo él.

Le conté la historia de EEUU y entonces...

-¡Ya lo tengo! Tenías una fisura y se te ha acabado de romper hoy en el gimnasio, ¿me equivoco? -dijo él.

-No. -dije yo rotundamente.

-No me extraña. No eres el primer caso que tenemos de esto. Bueno, pues me temo que tengo que decirte que hay que operarte. Me pondré en marcha con los papeles. -dijo él.

-Mierda, la palmo, la palmo, me pondrán veneno con tal de que fracase y luego mientras me quedo medio en coma y medio minusválido vendrá Marta a tirarme con desprecio billetes de 500 euros mientras me escupe en la cara mientras yo agonizo. -pensaba yo.

-Bien, el jueves 14 ingresas, el viernes 15 te operamos sobre las 12:30 y el sábado te vas a tu casa. (La lesión fue el martes.) -dijo el médico.

Nos fuimos a mi casa y yo no podía aguantar tan tremendo dolor. Me recetaron "Nolotil" para el dolor aunque no pude dormir en toda la noche. Llegó el jueves y me ingresaron en el hospital. La habitación era de una cama solo (cama única) y había una enfermera rubia andaluza que me daba bastante morbo y una morena con aires de MILF puesto que tenía casi unos 40 años o así.

Hice cosas cotidianas como acostarme y demás y au. Recuerdo que me llevaron a la habitación en silla de ruedas como si fuera un minusválido retrasado y condenado a ser empujado barranco abajo para luego coger el cadáver y prenderle fuego mientras me tapaba la cara con vergüenza y toda la gente que me veía me escupía en mi puta y asquerosa cara de mierda mientras se reían con desprecio (esto último me lo he inventado.)

Como ya había memorizado la cara de la enfermera rubia andaluza, me imaginaba que mi madre se iba a cenar y que ella venía para extraerme una muestra de semen. La enfermera era rubia, delgada, tetas morbosas y culo estándar sin apenas desgaste más un acento sexy andaluz que hacía que me imaginara a ella realizándome tal proceso mientras me decía que no podía mear aunque me estuviera meando porque era parte del proceso para extraer más semen el tener la próstata presionada por la propia vejiga en sí.

Llegó el viernes, me prepararon para la operación y me llevaron a la sala de pre-anestesia.

-Hola, parece que hay 'overbooking' hoy, ¿no? -decía una de las enfermeras anestesistas raras.

-Eso parece. Mira, yo tengo casi una licenciatura en filología inglesa con buena media. No fastidie mi futuro dejándome en silla de ruedas mientras la gente que pasa me escupe en la cara. -dije yo.

-¡Um! ¡Qué curioso! Tú no eres como los demás, eres bastante raro. Te voy a inyectar esto que te hará flipar de lo lindo. -dijo ella.

Me inyectó como un sedante que me hacía sentir mareado como si estuviera borracho.

-Joder, esto me encanta. Tengo buenas notas y una matrícula de honor en EEUU. -dije yo.

-¿Sí, eh? Toma otro. -dijo ella.

Ahora sí que me callé del todo. Entonces vino el traumatólogo.

-Te vamos a realizar una fijación del hueso mediante la llamada técnica de Hackethal consistente en la inserción de agujas de Kirschner a través del olecranon que se extenderán por todo el húmero y así no será tan agresivo como ponerte hierros y demás. -dijo el médico.

-Vale, dije yo todo extrañado puesto que ya había mirado cómo eran las operaciones de fracturas como la mía y ya me estaba empezando a imaginar cosas extrañas sin sentido. -dije yo.

Me pasaron al quirófano y luego me operaron. Desperté en la sala de despertares. Me llevaron a la habitación donde estaba mi madre y al día siguiente vino uno con un 'brace holder' como una férula de plástico para dejar el brazo en alto con un cabestrillo. Nos fuimos a mi casa pero ahí no acabó todo.

Como no podía ir al gimnasio, estaba un poco en 'shock' y tenía que pasar por diferentes fases. A las dos semanas siguientes, fuimos al médico para ver que todo estaba en orden. Poco a poco notaba mejoría pero lo más significativo de todo no fue la lesión ni el tiempo de baja que fueron 8 semanas, es decir, unos 2 meses más o menos. Empezaría a entrenar en julio. Serían los sueños extraños que iría teniendo tales como los que voy a contar a continuación:

1º SUEÑO:

Estaba yo en una casa medio abandonada con dos hombres gordos, feos y deformados que querían invitarme a su club, el club de los fracasados. El club de los fracasados era una especie de bar en el que todos los "mataos" o matados de pueblo iban para desahogarse las penas allí. Allí había una gorda asquerosa que quería hacérselo conmigo y al final conseguí fugarme por la ventana. Después volví a la casa esa y estaban allí queriendo que me fuera con aquella gentuza a la discoteca puesto que apenas tenían vida social. Me desperté angustiado y muy asustado. Estaba claro que la lesión empezaba a afectarme psicológicamente.

2º SUEÑO:

Estaba yo en un bar extraño y Marta estaba jugando al voléibol o 'volleyball' dentro del mismo bar en una red mientras yo estaba entrando y venía de la terraza. Entonces Marta se levantó y se me quedó mirando lascivamente. Me dio un beso raro que no es especifica y después se me quedó mirando con cara rara. El sueño fue muy breve pero fue extraño puesto que reflejaba el miedo a estar rodeado de enemigos por considerarme débil y vulnerable.

3º SUEÑO:

Iba yo con mis padres con la furgoneta al borde de un precipicio mientras dicha furgoneta sólo se sostenía en una hilada de ruedas mientras aquel insistía en hacer un atajo por ahí. Al final acabamos en un barranco y me despierto bruscamente. Creo que significaba algo así como miedo a morir atrapado en mis inseguridades.

Y ahora el último sueño.

4º SUEÑO:

Una vez soñé y ya casi al final de la lesión, un sueño bastante traumático. Estaba en el gimnasio y apenas podía levantar 2 kilos para calentar puesto que las mancuernas se me caían todo el rato. Después, un chaval que en el sueño no se especifica, se me acerca y me dice que jamás volvería a ser del de antes, que no me quedaba más remedio que fracasar y estar rodeado de gentuza miserable e inútil. Intenté hacer press banca plano con barra pero se me caía hacia los lados y luego intenté hacer contractor (el aparato en el que me lesioné) y tampoco podía. Me desperté angustiado y muy asustado. Probablemente significaba el miedo a no volver a ser el de antes y estar condenado a quedarme en una discoteca rodeado de imbéciles y gordos que triunfaban a costa del sufrimiento de otros.

Bueno, una vez ya pasado el tiempo de la lesión, es decir, una vez el hueso ya se había fijado, empecé una costosa rehabilitación pues había que ponerlo recto (el brazo) puesto que por el cabestrillo y demás, estaba contraído y había que rehabilitarlo antes de ir al gimnasio. Entonces cogí un diccionario de inglés y me lo ponía a modo de peso muerto pasivo (lo que se llama ejercicio pasivo) para poder "enderezarlo" y prepararlo para una rehabilitación muscular pues había perdido toda la masa en el brazo izquierdo (con masa me refiero a "masa muscular", claro está.)

La rehabilitación fue lenta y rápida al mismo tiempo pues hacía pesas combinadas con clases de preparación fisica y demás tales como resistencia aeróbica y estiramientos que me fueron muy pero que muy útiles. En agosto me apunté a otro gimnasio porque el mío (al que iba) cerraba por vacaciones y allí ya empecé a autopresionarme para poder volver a la normalidad. La constancia y disciplina fueron claves para poder volver a ser el que era yo; una persona fuerte, orgullosa y no vulnerable que pudiera triunfar y no venirse abajo ya que ese año saqué al final notas altas.

En el 2012, sobre el mes de abril, me sacaron las agujas puesto que eran muy molestas y recuerdo haberme pegado varias veces contra la pared y haber sangrado aunque no en demasía. Luego ya empezaría en verano mi aventura en Newcastle (Reino Unido) donde aprendería por fin a ver lo que es el mundo real.

Bueno, ¿qué os parece esta historia?

Saludos.

Forcemil.