Iniciado por
kascola
Pues nada. Que tengo una vecina rubia, que está buenisima. Cada tarde saca a pasear a su perro en un parque de al lado, y, al hacer tanto calor lleva unos shorts ajustadisimos con lo que se le marca todo el culamen (muy bien puesto, por cierto).
Ayer, estaba en la ventana, fumándome un cigarro, y la vi de nuevo pasar. Se sentó en un banco y soltó al animal. Al rato, miró hacia mi ventana, le guiñé un ojo, y ella me respondió pasándose la lengua por los labios (así en plan sensuah). No le di importancia y me meti de nuevo en casa. Total, que a los 20 minutos llaman al timbre, yo, inocente, abrí sin mirar por la mirilla. Y ahí estaba esa Diosa, en la puerta de mi casa, con sus shorts, y un escote bastante pronunciado (en la distancia apenas se distinguía).
Le dije que qué deseaba, y ella me contestó que si tenia azúcar, que a su madre se le había acabado. Le dije que sí, y me aparté caballerosamente para que pudiera pasar. Le dí el azúcar, me dió las gracias, y al irse, me entregó un papel con su numero de telefono:
-Llámame cuando quieras- Me dijo.
Y aquí estoy, con el teléfono al lado, dispuesto a realizar dicha llamada, a ver que pasa....