Pole dance

Un ejercicio deportivo eximido de erotismo
EL BAILE EN BARRA O EL POLE DANCE COMIENZA A IMPARTIRSE COMO DISCIPLINA GIMNÁSTICA EN BILBAO, DONDE YA EXISTE UNA ESCUELA



Raquel Pedrosa, a la derecha, comenzó a impartir clases de pole dance hace apenas un año; actualmente cuenta con 64 alumnos.
UNA barra vertical de acero nace en el piso y se eleva hasta el techo. A simple vista no es más que una herramienta con la que poder ejercitarse, como podría pensarse del caño horizontal en el que las bailarinas de ballet buscan el equilibrio. Sin embargo, el imaginario colectivo enseguida relaciona el cilindro con el habitual striptease de un club de noche, donde las bailarinas se desnudan con movimientos sensuales mientras se sujetan a la barra. Si la coreografía se complica, un profesional puede llegar a pender en el aire con un brazo o una pierna como único agarre. Es entonces cuando el erotismo comienza a diluirse para dejar paso a la fuerza y la técnica que requiere realmente el baile en barra, también conocido como pole dance.

Tras cambiar las tornas, actualmente se presenta como una disciplina deportiva más relacionada con la gimnasia. Así lo asegura Raquel Pedrosa, una emprendedora navarra asentada en Bilbao, que hace apenas un año abrió la primera escuela de pole dance en el barrio de Deusto de la capital vizcaina. “Llevo bailando más de quince años, trabajando en discotecas. Siempre que veía una barra me subía. He sido autodidacta durante muchos años, hasta que me di cuenta de que había movimientos que no podía hacer si no tenía la técnica correcta”, relata antes de una clase en el estudio que posee en la calle Iruñea.

Con ganas de profundizar sus conocimientos, hace año y medio Raquel comenzó con el baile en barra más en serio: se especializó en Madrid, donde entrenaba varias horas al día. “Adquirí mucho nivel en poco tiempo y decidí abrir un local junto a una amiga”, cuenta. Después de publicitarse en Facebook, consiguió dos alumnas y en el plazo de un mes ya eran 10. “Estábamos en un local con dos barras y un espejito, pero ya no daba abasto”, explica la joven como razón para trasladarse al recinto en el que hoy se ubica su academia.

Actualmente cuenta con 64 alumnos -solo hay un hombre entre ellas- y se muestra “encantada” de haber encaminado su trayectoria profesional hacia la enseñanza de pole dance, aunque admite que “es duro” porque son muchas horas físicas las que tiene que invertir. Según Raquel, primero se debe seguir un proceso de iniciación, en el que se hacen cosas básicas. “Hasta que la gente comienza a coger un poco de fuerza pasa un tiempo, por lo que se debe tener paciencia. Es lento pero es gratificante”, cuenta la emprendedora, quien asegura que hasta que se posee cierta técnica no se empiezan a hacer cosas más complicadas como acrobacias.

La práctica del pole dance permite ejercitar todos los músculos del cuerpo, aunque principalmente se trabaja el tren superior
ESTRICTO Y RIGUROSO “Muchas chicas vienen porque les aburre el gimnasio, todas las que ven la barra se vuelven locas”, asegura Raquel. Médicos, madres, jóvenes de 18 años, dentistas, actrices... El perfil de las alumnas es de lo más variado. Las clases se suelen ofrecer en grupos de 7 a 8 alumnas, con un máximo de 10 personas. “Aunque no tengas cualidades físicas puedes empezar sin haber hecho nunca nada; coges fuerza, flexibilidad, coordinación... Es un deporte muy completo”, considera.

Entre sus alumnas está, por ejemplo, Montse Iglesias, quien ha practicado pole dance ocasionalmente en los últimos cuatro años. “No he sido muy constante, porque me he dedicado a otras cosas, pero al final he vuelto porque es esto lo que más me gusta”, explica instantes previos a comenzar una de las clases por la mañana. A su lado, Ylenia Bidea, otra de las alumnas, cuenta que, a pesar de ser monitora en un gimnasio, ella es primeriza en el baile en barra. “En diciembre me comentaron que había una escuela en Bilbao y tras pensármelo dos veces me animé”, indica.

La dinámica que sigue la clase es estricta. Primero hay unos 20 o 25 minutos de calentamiento. “Después se hacen unos ejercicios de fuerza con la barra, donde se ejercitan los abdominales, algo muy importante”, indica Raquel. A continuación llega la parte más técnica, con giros, vueltas, inversiones... y acrobacias varias. “Para finalizar se deben hacer unos estiramientos, porque los músculos están contraídos; aunque se trabajan todos ellos, principalmente se ejercita el tren principal”, describe.

Como en toda disciplina deportiva, se debe ser riguroso con ciertas pautas. “Si no haces bien los agarres o pones bien los hombros te puedes hacer daño”, considera Raquel Pedrosa, tras especificar que antes de la práctica de pole dance no se debe aplicar crema hidratante por nada del mundo, para evitar resbalarse por el cilindro. En el proceso de aprendizaje, además, es imprescindible que al realizar movimientos complicados como las inversiones sobre la barra haya una persona al lado para eludir caídas. “Hasta que no se ha practicado sobre el suelo no les animo a que lo prueben en una altura”, indica la emprendedora, quien considera primordial una buena formación antes de impartir lecciones. “Hay gente que se pone a dar clases sin tener el conocimiento necesario, es un peligro para los demás”.

Cada vez más, hay posibilidad de mostrar lo aprendido a través de exhibiciones o incluso en competiciones, habituales en ciudades como Madrid, Alicante o Barcelona. “He participado en alguna exhibición, pero ahora estoy centrada en la escuela, como quien dice acabo de comenzar y me quiero asentar”, muestra Raquel, con gran iniciativa para iniciar otras actividades en el centro, donde además del baile en barra también se enseñan disciplinas que son tendencia como twerking o sexy dance. Motivada por el éxito de las clases de pole dance, de cara a los próximos meses, la joven emprendedora pretende iniciar pole sport -una modalidad más enfocada al público masculino “porque se requiere más fuerza”- y pole kids, para el público más infantil.

Alguna vez me he topado con algún vídeo por internek de pole dancers de las que controlan y la verdad esque me parecen una pasada, movimientos hipnóticos que requieren de gran fuerza, elasticidad y precisión. El problema que tiene es que sigue estando demasiado relacionado con el puterío