Cuando era crío y tal, había un chaval que daba bastante por culo en los recreos, pero de estos cansinos históricos que recurren a tí y a tu grupo de amigos a dar un por culo que no es ni medio normal. Era conocido más que nada por la mala fama que tenía en el instituto, no se llevaba bien con nadie por su mierda de actitud.
Pues estaba allí el pavo medio parado en medio de las pistas del recreo, no tenía yo mejor cosa que hacer que pegarle un patón de estos centrados a un chino que había en el suelo, para mí suerte, aquel día, los elementos cósmicos se alinearon, no sé cómo ni qué pero el chinazo le reventó literalmente uno de los labios (Estaba a unos 20 metros de mí) , el pavo estaba chillando como una mariposóna loca, me miró y me dijo:
- hijo de perra, al director que vas
- Haha, perdona tío, el pie tío, el pie, que se me ha ido
- Que me da igual, a ver sí te ponen un parte y te expulsan
Total, llegamos allí, el pavo que no paraba de sangrar, fue corriendo a por una bolsa de hielo, tenía aquello infladísimo, llegamos al despacho del director y vice-director, estaban allí parados en frente nuestra, para mí suerte, la buena reputación que tenia, hizo que mi tutora entre palabra y palabra, soltara una pequeña y rápida sonrisa, a lo que ella dijo:
- No puede ser, sí es un buen alumno, no lo ha hecho adrede
- No, me dió queriendo
- Que va, te dije que te dí sin querer (me estaba partiendo la polla en mi mente (lo que nunca llegaré a entender es como coño me estaba conteniendo viendo al pavo enfrente mía con la boca reventada y llorando) )
- No, mira, habrá sido sin querer, no te preocupes no te va a pasar nada, mantén la bolsa de hielos para que te baje la inflamación, y anda, iros a clase