Iniciado por
Marco Frei
En la vida real te metería cuatro tiros y no hay templo que te salve, huele bragas.
Tú no me conoces, no sabes los contactos que tengo, ni la falta de piedad que tengo.
Tengo en nómina a policías, jueces y fiscales, todos saben quién soy y a lo que me dedico. Podría matarte con mis propias manos delante de toda la ciudad y nadie habría visto nada.
En mi negocio trato con muchas personas como tú, y todos tenéis algo en común: os cagáis en los pantalones cuando empiezan a volar las balas. En cuanto notáis el frío metal de mí Desert Eagle 5.0 en la sien, las lágrimas brotan, lo único que hacéis es llorar por vuestras patéticas vidas, os olvidáis de vuestros BMWs y vuestro templo, y suplicáis que os perdone la vida. Entonces yo digo "¡No!", aprieto el gatillo y se hace el silencio, la sangre inunda la habitación, me quito trozos de vuestro cerebro del pelo, y dejo que mis hombres se ocupen de limpiar la escena. Mis rottweilers disfrutan de una nutritiva cena y todos nos contentamos con vuestra muerte.