Recordando a Parasito

Parasito era un niño cualquiera, con sus neuras y un pelo tristón, pero un niño cualquiera al fin y al cabo. De buena familia, con un futuro acomodado, una educación asegurda, inteligencia e intereses. Pero todo cambió después de ese porro. En la adolescencia se sufre mucha presión, todos lo sabemos. La soledad de la madurez, la incertidumbre ante una vida por vivir, el enfrentarse a nuevos problemas sin tener aun las herramientas adecuadas... Toda esa insoportable presión juvenil que tanto pesa y tanto cuesta de transportar desaparecieron en la segunda calada de ese porro. De pronto la pesada realidad que envolvía a parasito se volvió ligera como una nube. Ya nada parecia tener importancia. Las chicas daban igual, la presión de los padres no importaba, lo que pensaran los amigos sobre su virginidad era una memez, sacarse o no sus estudios estaba de más. La vision de la vida a través de los porros es así, nada importa, todo es circunstancial al bienestar y la paz que te profiere la siguente calada.

Pero esa paz y esa ligereza, como todas las sensaciones placenteras, producen adicción. Y, aunque efectivamente las primeras veces que Parasito se colocó la sensación de desahogo fue sideral poco a poco el efecto de THC se diluyo con cada consumición. Ahora vive desesperado por volver a revivir esas sensaciones que no volverán, desesperado por reencontrar esa paz en los porros que ya no consigue alcanzar al colocarse. Se pelea con yonkis en la calle, tiene ataques de ansiedad por la abstinencia, sus estudios van mal y ha empezado a descuidar su higiene.

Si algún día le veis pasear desarrapado y maloliente por la plaza mayor y os pide un euro para cambio no le juzguéis. Pensad que no fue su culpa, él, como muchos otros yonkis, solo quería escapar de la terrible presión que produce el camino a la vida adulta. Olvidad su cara negra por el sol, sus dientes amarillos, su pelo sucio y su mirada perdida. Recordad que debajo de eso sigue viviendo aquel adolescente alegre, rubio y de mejillas sonrosadas que tanto gustaba de ver procesiones y disfrutar los caqrnavales.

Iniciado por endorfin

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te veo picando el teclado con dos dedos y la lengua fuera....despotenciado

vete a dormir que mañana tienes cole