Pasé unos dos años y pico haciendo clases particulares, para presentarme a los exámenes en el Liceo y esas cosas. Por circunstancias inexplicables no pude examinarme, así que... el final lo dejé y me dediqué a improvisar y sacar de oído todo lo que me apetecía. Y así llevo casi 40 años...
Así que de técnica me quedé con la básica, de la teoría, al 50%, y de disfrutar, al 200%!!! Tuve ocasión de ir de bolos con un grupo durante casi dos años (dura vida la del músico de "tablao"...) y al final me quedé con mi clásico y un par de sintes. Ahora tengo un buen cacharro que sólo para estudiar lo que hace me faltan horas. Y con suerte y algo de edición, igual sale algo decente, que no excelente, ni bueno, pero decente.
Ser autodidacta no es nada malo. Tropiezas mucho, pero también avanzas. Eso sí, no niego que cuatro clases bien dadas (que son las que al final aprovechas) te enseñan el camino correcto, o a descubrir cosas que no encontrarías en años. Me quedé con las ganas de hacer jam-sessions y algunos stages de jazz, que es lo que me pirra, pero... me dediqué más a mi profesión (autodidacta no, lo siguiente) y de eso como hace décadas... (de teclados, pero sin música! jajaja!).
Tras cada músico hay una historia que contar. Sin duda.