Una mujer es como un refrigerador, alrededor de un metro ochenta, pesa unos ciento y pico kilos..., bueno, más bien es como una lata de cerveza: sabe bien, huele bien y matarías a tu madre por una [se levanta y se dirige bruscamente hacia el frigorífico. Acto seguido coge 6 latas de cerveza], ¡pero no te basta con una, quieres bebértelas todas!