Salamanca: El lugar ideal para probar cosas nuevas y hacerse profesor de ele.
-
ForoParalelo: Miembro
Salamanca: El lugar ideal para probar cosas nuevas y hacerse profesor de ele.
Hola a todos/as:
Os voy a contar una de mis peculiares historias que me pasó en el 2012 sobre el mes de abril cuando me fui allí una semana a hacer una prácticas de profesor de Español como Lengua Extranjera (ELE) y decidí hacerlas en la Escuela de Español: Tía Tula durante una semana que era lo que duraban dichas prácticas.
Pues bien, esto ocurrió ya entrada la primavera sobre la segunda semana de abril en la que decidí ganar un certificado más que confirmara que yo había hecho prácticas de profesor de ELE y poderlas así añadir a mi CV (Currículum Vitae) y por ello me decanté por este lugar porque había hecho un curso ELE online para obtener un certificado de una escuela ELE acreditada por el Instituto Cervantes (la máxima autoridad en la enseñanza del español como lengua extranjera; el equivalente a Cambridge ESOL en lo referente a la lengua inglesa como lengua extranjera.)
Bueno, pues tras hacer la correspondiente matrícula online (por Internet), decidí prepararlo todo y planearlo para mi viaje. Cogí un autobús desde Murcia a Madrid y desde Madrid a Salamanca cogí el AVE (un tren de alta velocidad que va sobre raíles y con electricidad.) Tras llegar a la estación de tren de Salamanca, cogí un taxi que me llevaría hasta la casa que había alquilado en la que el casero, un hombre de unos 50 años, me acogió de buen grado y donde estaría compartiendo la casa con 1 holandés, 1 italiana (que también había venido a hacer prácticas) y 2 holandesas.
Decidí hacer la compra y apañarme la comida siguiendo un horario muy estricto y unas comidas muy estrictas, como manda la "tradición personal mía rara" y ya me instalé y todo eso. Sin embargo, no pasó nada interesante excepto que tuve la oportunidad de conocer a gente, hablar inglés, practica mis dotes didácticas del español y donde viví una de mis peculiares aventuras porque me dio un buen día la vena exploradora.
Un martes, exactamente a las 17:30 de la tarde, había acabado de hacer las prácticas esa misma mañana, comí, descansé y como en aquellos tiempos no tenía a nadie ni nada, pues claro, decidí explorar a las "científicas sexuales" que estaba por la zona en la famosa página de MILANUNCIOS.COM. Sólo veía a prostitutas estándar normales que ofrecían el típico servicio de siempre pero hubo una que me llamaba la atención y que ofrecía un servicio un tanto distinto al resto: ofrecía masaje prostático.
Yo que ya había visto cómo se hacía en las películas porno, sentía cierta curiosidad y la llamé sin pensármelo dos veces mientras sentía un cosquillero en el estómago y una leve taquicardia. Me contestó:
-Hola, ¿quién es? -dijo ella.
-Hola, llamo por lo del anuncio. Es que... es que... (ligero tartamudeo) siento curiosidad por lo del masaje prostático. -dije yo.
-Pues vivo donde vivo (no me acuerdo de la dirección), ¿te gustaría pasarte? -dijo ella.
-Sí, pero, ¿dónde vives y cuánto vale eso? -dije yo con voz entrecortada.
-Pues, vale, te lo repito: vivo donde vivo (de nuevo porque no me acuerdo) y vale 30 euros el servicio. -dijo ella.
-Vale, iré sobre las 18:00. -dije yo con voz de adolescente entusiasmado por la vida.
Cogí el Google Maps y busqué la dirección para poder memorizar el itinerario y dirigirme allí tan rápido como pudiese. Fui al cajero automático, saqué 30 euros, le hice una foto al mapa, y me puse en camino. Hacía un poco de calor y recuerdo que iba yo todo cargado (y no precisamente de peso) con el dinero a punto y jadeando de entusiasmo y de cansancio al mismo tiempo.
Finalmente llegué a la casa, salía un hombre, disimulé como si estuviera hablando con mi amigo imaginario, toqué el timbre y entré sin pensármelo dos veces con mirada solemne. Cogí el ascensor, llegué a la casa y me abrió la chica. Era una chica morena de unos 35 años, de cuerpo normal pero de busto sugerente, cara de científica de buena nota y buen trasero aunque podría estar un poco mejor pero bueno, tampoco fallecí en el intento.
La casa era pequeña, olía normal y corriente, de pasillos estrechos y habitaciones muy lineales ubicadas a lo largo del pasillo y su habitación estaba al final del pasillo tras girar la esquina al fondo a la izquierda del todo. Era una habitación en la que había una cama de matrimonio bastante cómoda, juguetitos eróticos en una especie de recibidor, una bicicleta elíptica típica y varios lubricantes como también guantes de látex que hicieron de mis sueños finalmente una realidad.
-Venga, quítate la ropa y acuéstate. -dijo ella con voz sugerente y sensual.
-Vale, toma, el dinero. -dije yo.
Se fue a dejar el dinero en donde lo dejó y vino tras quitarse la ropa y demás.
-Quiero probar el masaje prostático, es mi fantasía. -dije yo todo decidido y sin dudar.
-Es muy fácil y sensual, te gustará. -dijo ella.
Cogió un consolador de mediano tamaño mientras cogía un lubricante.
-Un momento. No te atrevas a meterme eso así sin más. -dije yo todo asustado por miedo a que me contagiara algo.
-Tranquilo. Mira, voy a ponerle un preservativo y ya está. -dijo ella riéndose sarcásticamente.
Se puso guantes de látex (de los que a mí me ponen), puso el preservativo al consolador, yo me quité la ropa y me tumbé en la cama, entonces vino ella. Me puso un poco de lubricante en el ano, lo masajeó un poco, me hizo un suave masaje testicular y me la acarició un poco para que el ano se relajara y se dilatase más rápido y poder así hacer que la próstata, que es una glándula como una nuez que puede ser palpada en el interior del ano fácilmente, se pusiera sensible y receptiva.
Finalmente introdujo el consolador y empezó a meneármela sensualmente mientras me decía cosas.
-¿Te gusta esto mi bebécito? -dijo ella con voz sensual.
Yo me sentía en una especie de trance de placer y no podía articular palabra.
-Se está poniendo tan dura y tan negra. Ummmmm... me encanta, me encanta. -decía ella.
Yo me imaginaba que estaba en un hospital y que me tenían que extraer una muestra de semen. Tras 15 minutos o así porque ya no podía aguantar más, empecé a eyacular.
-Venga, así así, córrete, córrete mi cariñito, así así, así me gusta, me encanta tu lechita. -dijo ella con voz sensual.
Yo me quedé aliviado pero no del todo. Descansé 15 minutos y le dije que si me podía hacer otra parecida. Aquella se resistió pero al final cedió a mis dotes de persuasión.
-Venga, ponte ahí, pero no sé si voy a poder hacer que te corras otra vez. -dijo ella.
-Sólo ponte los guantes de látex y el resto déjamelo a mí y a mi imaginación. -dije yo con voz pícara.
Empezó a masturbarme pero más convencionalmente y sin introducirme el famoso consolador. Media hora después conseguí eyacular satisfactoriamente e irme bien satisfecho a mi casa.
Y bueno, esto es lo que me pasó en Salamanca, un buen día durante el transcurso de mis prácticas de profesor ELE.
Saludos.
Forcemil.
-
Subnorban
-
Subnorban
-
Fémina.
-
Observer
-
ForoParalelo: Miembro
Resumen: me fui a hacer unas prácticas de profesor ELE a Salamanca. Durante esa semana que estuve allí, encontré un anuncio de una "científica sexual" que ofrecía masajes prostáticos y me fui para probarlo. Como quería más le dije que me hiciera otro. Finalmente me fui muy feliz.
-
Odio a la indiferencia
K loco te han penetrado jajaj
-
Código de Conducta
Y yo me pregunto, ¿por qué me he leído entera esta puta mierda?
-
AutoBanned
-
ForoParalelo: Miembro
Vamos, que te rompieron el orto y te gustó.
Permisos de publicación
- No puedes crear nuevos temas
- No puedes responder temas
- No puedes subir archivos adjuntos
- No puedes editar tus mensajes
-
Reglas del foro
▲
▼
Atajos de Navegación Disponibles