Todos deseamos que la pandemia del covid19 termine pronto. Sin embargo, salir de una cuarentena de extensión planetaria no es tan fácil ni tan rápido. Marco Cattaneo, científico italiano y director de la revista "Le Scienze", difundió estas recomendaciones de puro sentido común que todo el mundo debería atender. Me hago portavoz de este mensaje, traducido del italiano al español, que ojalá nos ayude a ganar la guerra contra el coronavirus.
Cuando termina una epidemia
por Marco Cattaneo
(director de la revista Le Scienze y de National Geographic Italia)
narración: Jorge Serra
Puesto que no me fío, será mejor que os lo diga enseguida. Y os pido, dado que muchas personas me siguen, que empecéis a compartirlo y repetirlo desde ya a vuestros contactos, reales y virtuales.
Vamos al grano.
Hoy quizás veréis alguna curva que se aparta ligeramente del crecimiento exponencial que la epidemia en Italia (o en el país en que viváis) ha tenido hasta apenas un par de días. Esto podría (PODRÍA) ser una buena señal.
Y podría (PODRÍA) pasar que en unos diez días más o menos el número de contagios se reduzca mucho, si TODOS ponemos de nuestra parte. Ahora bien, os lo digo de corazón: no hay nada que celebrar, ni hoy ni en diez o quince días. Y sobre todo, no es menester lanzarse fuera da casa gritando “¡CAMPEONES DEL MUNDOOO!”, abrazando a desconocidos sudorosos en camiseta.
Si no me creéis miraos qué criterios usa la Organización Mundial de la Salud para dar por concluída una emergencia epidémica. Tomemos como ejemplo el caso del Ébola. La emergencia termina tras dos períodos de incubación completos, en los que no se registran nuevos casos. Para Ébola son 42 días. Podrían ser 30 para SARS-Covid-2.
A partir de ahí a cada país se impone un nivel de alerta elevado durante 90 días. No sé si me explico, pero espero que quede claro. Cuando veamos la luz al final del túnel, todavía faltarán varios kilómetros para salir.
Entonces, víctimas de vuestra euforia, no vayáis a besar al vecino que odiábais hasta hace un mes. Continuad ocupándoos de vuestros asuntos. Quedaos en casa lo más que podáis, INCLUSO DESPUÉS. Hasta que los epidemiólogos nos digan que podemos volver a la normalidad.
Que llegará poco a poco, volverán a abrir los negocios, volveremos a contarnos chismes al oído. Con prudencia volveremos a la oficina en vez de trabajar desde el sofá; a cenar al restaurante, quizás. Pero antes de cantar victoria tendremos que permanecer alerta durante un tiempo.
Digamos que, si todo va bien, pero REALMENTE BIEN, haremos fiesta el 15 de agosto (pero para ser muy optimistas). Decidlo a vuestros amigos, vuestros parientes y conocidos. Intentemos no ser imbéciles, porque aguantar un segundo golpe sería mucho, MUCHO más duro. Os recomiendo que compartáis este mensaje.