Sobre la voluntad

¿Crees que decides tus propios actos? Te equivocas. Bienvenido al mundo real, donde todo lo que ocurre, incluidos tus propios actos y el más recóndito pensamiento, está absolutamente determinado.

La voluntad es una construcción humana persistente en el cerebro y heredada de nuestros ancestros por motivos de adaptación al medio, por simple cuestión de supervivencia. Es una habilidad conservada por la evolución debido a su capacidad para preparanos, física y mentalmente, ante los momentos más complicados. Por ejemplo, imagina que estás en la selva y aparece un tigre frente a ti, tu cuerpo necesita activar una serie de mecanismos fisiológicos que te preparan para enfrentarte a este peligro e intentar sobrevivir (el objetivo de tu existencia es la supervivencia del organismo y su futura replicación). La voluntad, el pensamiento de que es posible que tus acciones te permitan sobrevivir ante ese peligro, es lo que activa una serie de reacciones fisiológicas que preparan tu cuerpo y tu mente para hacer frente al peligro (respuesta de ataque/huída). Si no tuvieras consciencia de que puedes controlar tus acciones, no sentirías ningún peligro porque no necesitas actuar de ninguna forma concreta, solo debes dejar fluir el curso natural e inevitable de los acontecimientos. Esta actitud de pasividad evita repuestas fisiológicas que ante determinadas situaciones pueden resultar de gran utilidad (como aumentar la frecuencia cardíaca ante un peligro del que debemos huir corriendo).

De hecho, la ausencia de conciencia de voluntad se enmarca dentro de un cuadro sintomático conocido como despersonalización y puede acarrear graves problemas a la persona que lo sufre. Si la voluntad es algo real, es algo que poseemos los humanos de forma innata ¿cómo es posible que se pueda perder con la debida desregulación cerebral?

Por tanto, la capacidad de decidir tus propios actos es solo una ilusión creada por tu cerebro para ayudarte a sobrevivir y multiplicarte como un virus. En realidad, todos tus actos, corporales y mentales, que no son más que las posiciones relativas de los átomos que forman tu cuerpo a lo largo del tiempo, están igual de determinados que las posiciones relativas de todos los demás átomos del universo.

Buenos días.