Digo yo que entre tanto betazo y friki algunos habrá con mundo. Hilo
Semio-Serio nanos.
Tengo ya pilladas un par de semanas libres y voy a ir Nápoles pero no del rollo turista amariposónado sino
freelance outsider. La vaina es conocer la vieja Italia española, ese otro mediterráneo igual de vivo y acogedor que el nuestro empero regado por unas esencias diferentes. Si bien nuestros temperamentos son muy semejantes en su grado de
latinidad, Italia es más refinada, artística, tiene un toque más comediante y menos agresivo respecto a nosotros. El dandysmo marrullero de marcada inspiración italiana (empaque, buena ropa, señorío, elegancia, placeres terrenales) bien concuerda con la altivez de soldado español, la virilidad recia, tosca, barbuda, la hombría probada en combate, la bravura instintiva y temperamental inherente al espíritu español. Nuestros temibles Tercios Viejos (nuestros ancestros españoles erigidos en deidades guerreras dentro de la mitología hispánica) ya se pasearon con gusto guerreando duro por allí antes de enfilar hacia los territorios herejes. Sabe Dios que aquella tierra les cautivó.
España mi natura,
Italia mi ventura,
¡Flandes mi sepultura!
En carro me salen algo más de 1800 km que ya ves tú no llega a un Holanda-Sevilla. Es una ruta de puta madre pasando por Alemania, Suiza y buenas urbes del Norte de Italia. Llevando a una chorba de copi el viaje rugiendo duro se solventa en menos de 1 día. Independencia total, buena movilidad y postureo sano con el alemán. La putada es que Nápoles parece ser algo marginal y no es plan de tener percances yendo de chulo.
En avión se podría deducir que sale en un primer momento más barato pero habría que alquilar un coche o buscarse la vida en este tema y eso me toca los cojones.
Aunque no deja de ser turismo de riesgo si confrontas duro, hay cosas que lo merecen: buena playa y vistas, rondos por el casco histórico, gastronomía local hinchándote como un hijoputa, vinazos, discotecas y si se tercia churry/putas, pensiones cutres, Historia, arquitectura, barrios chungos, golfería noctura a lo Baudelaire. Otro país, otra latitud, otro idioma, otra vida, otra psicología. Llevando buenas lecturas el éxtasis dionisiaco te pega fuerte. Con buena kifa impregnándote del paisaje y abriendo el sentido artístico te marcas dos semanas en el puto PARAÍSO por un presupuesto de circa 3000 pavos. Hacerse un viaje de primavera con menos y máxime a un sitio así me parece una cutrería. Además que Bari está a nada.