Yo siempre había visto porno, creo que empecé a los 12 ó 13 años viendo el canal 7 de madrugada y desde entonces hasta los 25 he visto porno y me he pajeado de forma ininterrumpida. También he estado enganchado al sexo, desde mi primera novia que me eché el día de la fiesta de graduación de Bach he sido muy activo sexualmente, y cada vez necesitaba hacer cosas más rebuscadas, posturas más raras y parejas más exóticas.
La cura de mi adicción al sexo, suave pero adicción al fin y al cabo, me llegó precisamente en otra fiesta de graduación, la de la carrera, mi amigo el Migue, repetidor que nos sacaba dos años, nos lo dijo claro fumando trujas en la puerta del pub; "mira R., tu has tenido ya tus primeras pibas, has follado algo, yo he dedicado dos años a follar todo lo que he podido y te digo que una vez haces LO QUE HAY QUE HACER, se te quitan las ansias de sexo, pasas a ver el sexo como algo esporádico, semanal como mucho, como una actividad más que puedes hacer o no, y si por lo que sea no tienes sexo en varios días al final te la suda, ya llegará, desaparece totalmente la ansiedad".
¿Pero a ver, qué era eso de "LO QUE HAY QUE HACER"? Le preguntamos extrañados al Migue y nos lo explico con toda la tranquilidad del mundo; al parecer según él había una jerarquía de prácticas sexuales que incluían el trió, la mamada tragando, rimjob, 69, paja de pies, de tetas..., y la cúspide que era el anal a una tía buena perfecta. Los hombres, por culpa del porno y de la literatura erótica, íbamos deseando pasar de una práctica a otra, hacerlas todas para buscar lo que nos gusta, el había hackeado este sistema, está trampa mental, había pillado de erasmus a una tía buena checa y le había estado haciendo anal 3 ó 4 meses. Es decir que había pasado de follar y mamadas normales con tías 6/10 a la cúspide de la jerarquía de guarradas. Así, a base de encular a la zorrita esa, se había curado de su ansiedad con el sexo, tenía creo que 26 años, novia colombiana de pasta y follaba cuando el quería, pero sin ansia, podía estar un mes sin follar y ni pajas ni hostias. Impensable para nosotros.
Yo no me lo tomé muy en serio, de hecho lo olvidé y seguí saliendo con chicas, como me había sacado Económicas empecé a triunfar en la vida, me puse a vender pisos con Tecnocasa, tenía pasta y salía de viaje, probé varias cosas con novias que me saqué en Asia y Europa, pero no terminaba de saciarme, las pajas de pies no estaban mal, las de tetas peor porque las tías no se suelen saber mover bien. Al final follar era siempre lo mismo y nunca me dejaba saciado..., pero tuve suerte...
En el barrio yo me había ganado una cierta reputación, no es que fuera Rockefeller pero me veían con la corbata verde y el traje, partía la pana en la cafetería invitando a cortados y botellines, me preguntaban por pisos de alquiler, me ofrecían comisiones de venta, clientes potenciales, ofertas de asesoramiento..., así empecé a hablar con una vecina interesada en alquilar un loft que tenía muerto de risa, ella me presentó a su hija y empezamos a hablar, una chica morena, guapísima y con escote espectacular, de sangre francesa pero totalmente españolizada.
Fumábamos porros cuando yo salía del trabajo, ella era nini totalmente, y al final empezamos a salir. Como tomaba antidepresivos y antipsicóticos parecía que estaba siempre ida y en la cama era como una esclava sexual, hacía todo lo que le mandara, los días de regla empezamos a hacerlo anal, por suerte estaba ya abierta, no mucho pero estaba claro que no era virgen. A ella le gustaba así que pasamos hacerlo por el culo casi todas las veces que quedábamos, hasta en los cines de Méndez Álvaro le metí una enculada viendo la de A Todo Gas de Tokio. A los tres meses de anal algo me hizo clic en el cerebro, estaba en el chalé de Gandia de su madre, nos lo habían dejado para Semana Santa y la estaba enculando en la terraza, la luz del sol me iluminaba la cara, entonces sentí que tenía que correrme rápido y volverme a Madrid a la de YA, me corrí de una paja sobre su espalda y a esa misma tarde ya estaba en el coche, solo y de vuelta a Madrid.
Al final rompí con la chica, dejé de verla gradualmente y terminamos cortando por lo sano, al mismo tiempo dejé los porros que eran mi otro gran lastre, dejé el barrio, dejé mi trabajo en Tecnocasa y me metí fuerte en el Crossfit y el piragüismo, terminé sacando una plaza de funcionario del BANCO DE ESPAÑA. Ella ahora creo que tiene bastante pasta por los pisos de su madre y tiene dos hijos con algún tonto.
El caso es que no caí en la cuenta de lo que había pasado hasta hace unos años, había hecho lo que me dijo el Migue, había probado la cúspide de las guarradas sexuales y me había saciado para siempre, curiosamente en cuanto tuve la plaza en el BANCO me saqué una novia colombiana como Migue, pero colombiana premium, nada de putas ni de muertas de hambre como las que salen con los fracasaditos de por aquí. Ahora tengo sexo una vez a la semana o menos, sin problema, ni sexo oral hago, ni mamadas ni mierda, solo follar, a cuatro o como mucho chupar teta (of course operada).
Creo sinceramente que sin haberme saciado sexualmente gracias al anal nunca habría dejado el barrio, ni Tecnocasa, ni me habría metido en piragüismo con los contactos que me impulsaron a sacarme lo del BANCO DE ESPAÑA y en definitiva triunfar a lo grande en la vida. Gracias al Migue y a follarme mi ex por el culo me quité de mis adicciones con menos de 30 años, dejé las pajas y el porno para siempre, me puse fuerte y atlético y en un sueldo de 57K anuales.
Os paso foto de mi ex: