Plataforma Hilo para hablar de marqueses ilustres.

El Marqués de Sade, pervertido francés, loco moral y seguramente m4r!<0n a tiempo parcial, fantaseaba en sus novelas con violar por el culo a niñas de 12 años entre otras aventuras edificantes, como buen libertino se dedicó a socavar la Patria, la Religión y las buenas costumbres.

Fue encerrado en Vincennes primero y en la Bastilla después, por una de sus muchas fechorías sexuales, luego los revolucionarios le metieron a un sanatorio mental para terminar liberándole, sufrió más arrestos esporádicos durante el Terror de manos de esos jacobinos cuyas ideas antes había aplaudido, le tuvieron encerrado meses en unas letrinas, entre la mierda, sabiendo de sus perversiones lo disfrutaría mucho. También le quemaron y saquearon su castillo en la Provenza.

Durante el consulado de Napoleón volvieron a meterle en un asilo para locos, con muy buen criterio y para alivio de sus familiares y amigos, allí siguió con sus vicios y sus novelas, el propio Bonaparte llegó a leer una de ellas cuando aun era un joven capitán, al parecer Justine, la arrojó al fuego escandalizado, no pudo recibir juicio más justo.



El Marqués de Cáceres, vino con D.O de origen Rioja, la botella de reserva sale en torno a unos 10 €, que son al cambio casi 1700 de las antiguas pesetas, algo caro.

De un tono cereza oscuro con un fuerte aroma a fruta madura y notas balsámicas y especiadas con un fondo de madera muy fino; en boca tiene cuerpo y es sabroso, con predominio de las frutas maduras y un final elegante y equilibrado. Un vino de gran distinción.

Marida especialmente bien con carnes a la parilla, con el asado argentino y con un buen canuto de marihuana los que seas porreros, yo con un buen Farias.



El Marqués de la película Navajeros (1980), gran amigo del Jaro y del Persicolo, antiguo integrante de la banda de Carabanchel, traicionado por estos dos se vio obligado a huir de España e instalarse en Londres, donde se haría un nombre en los bajos fondos dedicado en cuerpo y alma a la trata de blancas. Nieto de un antiguo general zarista emigrado tras la llegada de los soviets al poder se casó con una zíngara eslovaca y terminó sus días dilapidando su fortuna en Marbella.