
Iniciado por
turpedo
No es el trabajo lo que los españoles no queremos, sino hacerlo en según que condiciones.
Antes de la crisis del 2008, si un empresario quería contratar a alguien le tenía que ofrecer condiciones aceptables, si no, no encontraba a nadie. La gente se negaba a coger cualquier cosa, y eso era maravilloso porque forzaba a los empresarios a bajarse los pantalones (Me acuerdo años después, cuando empezaron a bajar los sueldos, que se comenzó a hablar de los mileuristas y se decía que era una desgracia. Ya no se habla de los mileuristas, porque cobrar mil euros es lo normal. Así hemos "prosperado").
El caso es que, los empresarios, cansados de tener a sus empleados en buenas condiciones, empezaron a traer gente de fuera. Cobraban mucho menos y trabajaban el doble de horas. El español ya no podía ponerse digno porque, sí el no estaba dispuesto a trabajar 10 horas al día por un cuenco de arroz, Wilson Andrés, natural de Perú, sí lo estaba.
Lógicamente, ante esta perdida en la calidad de vida, la gente pondría el grito en el cielo. ¿Como iba a consentir alguien que se perdieran los logros conseguidos tras tantos años? Había que evitar esto de alguna manera. ¿Que hicieron los políticos para lograrlo? Vendernos la moto de que los extranjeros venían a hacer el trabajo que los españoles no querían hacer, que España era un país envejecido que necesitaba gente de fuera para trabajar y para pagar las pensiones. ¡y coló! Coló de tal manera que, tras tantos años, hay gente que sigue repitiendo esa misma cantinela de que los extranjeros hacen el trabajo que los españoles no queremos.