Estoy básicamente de acuerdo en todo lo que has dicho desviándome sólo en matices.
Habría bastado con un imposible: que el colectivo femenino asumiese y antepusiese su responsibilidad para con la sociedad a sus intereses individuales. La libertad mola si la gente no hace el gilipollas cuando es libre, las mujeres han hecho el gilipollas dándose al antinatalismo y a una maternidad irresponsable. ¿Es esperable otro resultado? Pues es tan esperable como que la gente, tanto hombres como mujeres, ejerzan sus responsibilidades como electorado de una manera decente. Se quiere dar unos niveles de libertad a la gente mayores de los que se merece. La única manera de tener una sociedad sana con estos grados de libertad pasa por una purga social severa que nos deje con una demografía digna de estas libertades.
Me refiero al hecho de pretender que hombres y mujeres vivan de la misma manera, aspiren a las mismas metas, sean felices con las mismas cosas y se vean sometidos a las mismas exigencias. La sociedad no necesita lo mismo de un hombre y una mujer porque la reproducción humana supone una gran carga para la mujer y una pequeña carga para el hombre. Dada esta inevitable realidad, el hombre, para contribuir en el mismo grado que la mujer a la sociedad, tiene que hacer una aportación profesional mucho mayor. Si las mujeres tienen que ponerse profesionalmente a la altura de los hombres, ¿cómo pueden cumplir con sus obligaciones reproductivas para con la sociedad? Es un disparate que lleva al suicidio étnico.
Después está lo de considerar que toda desigualdad entre hombres y mujeres es debido a una injusticia porque, claro, los hombres y mujeres somos iguales en rasgos y capacidades...
El cambio de mentalidad tiene muchos matices y labrarse un carrera profesional es ya una obligación para las mujeres sea cual sea su mentalidad.
Para saber si es posible una emancipación socialmente positiva habría que ver cuánto peso ha tenido la judería en este tema porque las tías se han comido la ideología feminista con patatas de una manera que me recuerda muy mucho a la venta de productos estéticos. Con lo de la metrosexualidad se intentó vender lo mismo a los hombres y el éxito fue muy limitado. No sé yo hasta qué punto podemos escurrir el bulto del feminismo y cargárselo a la judería.
Lo de la guardería es una demigrancia. Los niños hasta que ganen autonomía tendrían que estar casi siempre bajo la supervisión de un ser querido. La maternidad tendría que estar subvencionada de tal manera que el trabajo femenino al margen de esto fuera algo marginal.
Esto es como el abuso de antibióticos, que lo que consigues es que en unas generaciones todas las personas sean inmunes a la propaganda antinatalista, pero la judería ya se ve venir esto, así que nos traen los seres de luz para que nos chupen todas las ayudas sociales y nos enriquezcan el acerbo genético
Eso me recuerda a una discusión con un follamoros que me venía con la misma lógica: la multiculturalidad bien llevada no tendría por qué ser socialmente destructiva

Obviamente así se puede defender todo, la cuestión es si somos capaces de llevar el tema en cuestión lo suficientemente bien.