No se trata de perder o ganar elecciones, soy abstencionista y soy consciente de la impotencia del ciudadano ante el poder, que no entiende de siglas, partidos ni valores, el poder solo busca mantenerse y tienen la misma cara, sin importar el nombre tras el que se oculta.

Aquí está la hemeroteca de la infamia, y no se trata de perder o ganar elecciones, que a mi me trae sin cuidado. Se trata de entender que nuestra voz, a estas alturas no importa nada, ni a los tuyos ni a los del otro.

Votar no sirve de nada, el compromiso por tu parte es por escrito, en un voto y por el del gobernante es verbal, es como firmar una hipoteca donde sólo se te reconoce la obligación de pagar un inmueble pero la obligación del vendedor es sólo verbal y sujeta a sus intereses.