Ministros de España: ¿los catalanes son o no son españoles? Y contrayéndome a la misma Cataluña, ¿no es aquel país laborioso, trabajador, inteligente y honrado? No lo podéis negar. Pues entonces, ¿por qué lo mandáis como a un país de salvajes o de vagabundos? […] ¿Qué necesidad de ese estado de sitio permanente en Cataluña, pues hace ocho años, señores, que está allí rigiendo este sistema con muy pocas excepciones? ¿Qué necesidad hay de ese estado de permanente de sitio? […] Ya han oído los señores diputados el gran número de catalanes que han sido fusilados sin sentencia legal, sin formación de causa. Pues son también muchos los que juzgados por la misma legislación han sido deportados, unos a Filipinas, otros a la Islas Canarias, otros a provincias del interior […]
¿Han podido creer S.S. que los catalanes tienen la condición del perro que lame la mano que le castiga? Si tal han creído, se equivocan; la condición de los catalanes es la del tigre que despedaza al que le maltrata. ¿Hasta cuando hemos de morder el freno?, decían unos. ¿Hasta cuándo hemos de ser tratados como esclavos? ¿Somos o no somos españoles?, decían todos. Ministros de España: ¿los catalanes son o no son españoles? ¿Son nuestros colonos o son nuestros esclavos? Si no los queréis como españoles, levantad de allá vuestros reales, dejadlos, que para nada os necesitan; pero si siendo españoles los queréis esclavos, si queréis continuar la política de Felipe V, de ominosa memoria, sea en buena hora, y sea por completo; amarradles a la mesa el cuchillo, como lo hizo aquel rey; encerradlos en un círculo de bronce; y si esto no basta sea Cataluña talada y destruida y sembrada de sal como la ciudad maldita; porque así, y sólo así, doblaréis nuestra cerviz, porque así y sólo así venceréis nuestra altivez; así, y solamente así, domaréis nuestra fiereza.