No es eso de lo que se está hablando, pero como ya he dicho :
No obstante, es cierto que la apertura de fronteras sueca a los refugiados provocó.un aluvión bastante difícil de gestionar en todos los sentidos, teniendo en cuenta el alto nivel tecnológico de los puestos de trabajo suecos y que la inmensa mayoría de los acogidos no conocían ni el idioma
A lo que añado que esa irresponssbilidad se ve agravada por el origen de los "acogidos". Suecia era un país puntero en materia de derechos, libertades y concienciación social, y recibe de repente un tsunami de personas de los que la mayoría son socioeconómica, formativa y culturalmente mucho más atrasados, y además proceden de regímenes muy represores en materia de castigos a la delincuencia común o los abusos sexuales, y además las fuerzas de seguridad suecas en absoluto estaban habituadas a tratar con estos problemas.
Fue una irresponsabilidad. No estoy a favor del trato inhumano y degradante hacia los inmigrantes, pero tampoco de la filosofía "openborder". La inmigración masiva y descontrolada conlleva problemas, eso es indiscutible, pero eso no justifica las barbaridades que leo en este foro, porque estoy convencido de que la mayoría de los que vienen son gente normal, como tú y como yo, y que nosotros probablemente hubiéramos hecho lo mismo en su lugar. Pero por las razones que he explicado, siempre habrá un porcentaje de indeseables que por tanto será mayor en número cuanto mayor sea el número de los que llegan, y si éste es excesivo resulta difícil controlar la nueva situación, como pasó en Suecia.
Dos cuestiones ha puesto de manifiesto lo sucedido con los refugiados y la inmigración:
- Que Europa no ha sabido gestionar el éxodo provocado por la guerra de Siria. Ha tenido una oportunidad magnífica para organizar un plan de acogida bassdo en asentamientos dignos de carácter temporal y enfocado al regreso a su país, colaborando también en su reconstrucción una vez hubiera finalizado la guerra.
- Que el problema migratorio pone de manifiesto otro mucho mayor, y es el de la distribución de la riqueza a nivel mundial. Según un informe elaborado por Credit Suisse en 2015, el 71% de la población mundial tiene solo el 3% de la riqueza, mientras que el 0,7% atesora el 45,2%. Y en estos 4 años esas desigualdades no han hecho sino aumentar.
Este orden mundial dudo mucho que le guste a nadie con un mínimo de valores humanos.