Discurso violento da licencia para la agresividad política
Advierten que frente al descontento, el Gobierno opta por la vía represiva.
En Aragua, motorizados quemaron la tarima donde hablaría Capriles (@terry75ruiz)
PEDRO PABLO PEÑALOZA | EL UNIVERSAL
jueves 28 de noviembre de 2013 08:33 AM
Caracas.- La crónica política convertida en página roja y no por la profusión de declaraciones chavistas,
sino por la violencia que sacude el país.
El peor hecho ocurrió la noche del martes en el sector Mene Grande del estado Zulia,
donde fue asesinado de varios disparos José Chirinos, candidato a concejal por la Mesa de la Unidad Democrática.
Ese mismo día se registraron
dos ataques contra sendos actos de la oposición en Valencia y Maracay con un modus operandi similar: grupos de motorizados hirieron a personas y generaron destrozos en eventos encabezados por el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, en apoyo a los abanderados Miguel Cocchiola y Tonny Real.
"Normalmente, en época de campaña electoral los ánimos se exaltan.
Ahora, si esa exaltación la metes en una circunstancia como la venezolana, en la cual desde el Gobierno se exhorta a perseguir a los líderes de la disidencia y se otorga licencia para agredir, entiendes cómo es posible que ocurran estos hechos", explica la profesora Mariana Bacalao.
Bacalao observa que existe "una suerte de licencia" de parte del Ejecutivo
que permite atentar contra el rival político, que es identificado como "enemigo del pueblo" y principal causante de los males que agobian a la ciudadanía.
La experta en comunicación política sostiene que esta "propaganda negra", que deshumaniza al contrario y lo presenta como miembro de una "trilogía del mal", obedece a un plan cuyos resultados son los excesos cometidos en estas horas.
Bacalao advierte que así como ya el venezolano se ha acostumbrado a la violencia criminal y la impunidad, puede terminar aceptando como normal los ataques contra líderes políticos y empresarios satanizados por Miraflores.
"Deberíamos vernos en el espejo de Colombia. Una vez que arranca una espiral de violencia es difícil detenerla", alerta.
Nueva división
En estos momentos Venezuela migra desde una "democracia con instituciones no separadas" hacia un "sistema represivo", evalúa Daniel Varnagy, doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad Simón Bolívar.
A juicio de Varnagy, el incremento del descontento social conduce a una nueva polarización, que supera el antagonismo entre chavistas y antichavistas para sustituirlo por el de opresores y oprimidos.
"En ese grupo de oprimidos hay opositores, ni-ni y gente que apoyaba la revolución. Antes el Gobierno podía ser mucho más autoritario por la vía del discurso y eso bastaba en ciertas esferas, pero ya va hacia opciones de represión política", describe el académico.
Varnagy
indica que ante la caída de la esperanza y el aumento del malestar popular, modelos políticos como el que se impone en el país se ven obligados a aplicar mano dura para evitar que las aguas se desborden. "Cuando las promesas no satisfacen las necesidades de las personas y la ideología satisface cada vez menos, tienes que tomar acciones que garanticen mantener el control político. Eso ha ocurrido en regímenes de extrema derecha y de extrema izquierda", concluye.