En el Antiguo Testamento se expone la Justicia divina. Cada segundo es un regalo del Altísimo. El no agradecérselo e incumplir la Ley divina es caer en el error, y alejarse del Amor salvífico. Supone la idolatría y el orgullo, abre paso a la maldad que conduce a la auto mortificación por haber adorado lo finito, ya que el mal es auto mortificante valga la redundancia; mientras que solo el Bien absoluto es salvífico e imperecedero.

En su Infinita Santidad, Dios es tardo para la ira, por lo que el hombre no siempre se quema por jugar con el fuego de atraer maldades hacia sí. En su no rectitud, este puede prosperar.

Cita Iniciado por Mateo 5:17-18
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No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
En el Nuevo Testamento Él se manifiesta en la existencia, para hacerse a sí mismo de cordero de sacrificio en adoración, se expone por los hombres ante la Muerte para vencerla. Jesús, Verbo encarnado, pide al hombre que le acepte y tienda hacia la Verdad del Amor salvífico. El hombre que adora a Dios, que va hacia Dios, en tanto hombre, no cubre con ello sus faltas, pero Dios es salvífico y purifica, se puede estar con el Altísimo gracias a su favor; esto es el Evangelio, las Buenas Noticias.

Romanos 3