Minecraft es demasiado violento... al menos para Turquía. Las autoridades del país le han cogido tirria al juego de Mojang y, tras una investigación a cargo del Ministerio de Familia y Asuntos Sociales, se han propuesto prohibir el juego para que no pueda adquirirse de ninguna forma por ningún turco. Ahora todo depende del poder judicial.
Sí amigos, el juego al que muchos niños y jóvenes juegan, que tiene una clasificación para todos los públicos en Estados Unidos, y que ha supuesto el gran éxito de la compañía y de su creador, ya en la lista Forbes de más ricos del mundo, es un peligro para la chavalería turca. A falta de la decisión final, ya están trabajando en cómo poder ilegalizar el título en Turquía.
Sólo ellos lo consideran altamente peligroso para sus infantes, pues ningún organismo, ni ningún otro país, ve a Minecraft como un peligro potencial para los niños y niñas del mundo. Viendo los gameplays, las imágenes y demás, la verdad es que no tiene pinta de que este pueda hacer daño alguno... pero quién sabe, quizá sí...
El caso es que además los propios turcos se contradicen a sí mismos cuando dicen que también está el hecho de que Minecraft tiene un componente educativo, que se queda en nada por, según ellos, las grandes cantidades de violencia que existen. Y es que dicen que el juego se basa en eso, en la violencia. Incluso dicen que, por matar cerdos para conseguir recursos, incita al matrato animal.
Y ya mejor no hablar del tema del online, pues según los turcos los nenes y las nenas de Turquía pueden sufrir aislamiento social y de acoso por Internet debido al uso de las redes con Minecraft. Vamos, que da la sensación de que se lo querían cargar y han puesto todo de su parte para encontrar cualquier cosa con tal de poder prohibir el juego.
Así que habrá que esperar a ver qué decide el poder judicial de Turquía, pero es más que posible que Minecraft, uno de los juegos más exitosos y más vendidos de todos los tiempos, se quede seco en el país turco. Microsoft puede perder un mercado para su nueva adquisición.